Cada mañana, millones de personas en todo el mundo comienzan su día con una taza humeante de café. Para algunos, es un ritual sagrado; para otros, una necesidad inquebrantable. Pero, ¿importa realmente cuándo tomas tu primera dosis de cafeína del día?
Según Knubian Gatlin, dietista de bienestar de Houston Methodist, "beber café tiene muchos beneficios". La cafeína, su ingrediente activo, no solo aumenta los niveles de energía y mejora el estado de alerta, sino que también puede mejorar la función cognitiva y física.
Además, investigaciones sugieren que el café puede estar relacionado con una menor incidencia de diabetes tipo 2 y proteger el hígado.
Pero, ¿cómo afecta la cafeína al cuerpo y cuál es el mejor momento para disfrutar de tu primera taza de café? Gatlin explica que la cafeína bloquea los receptores de adenosina, una molécula que promueve el sueño. Esto nos mantiene despiertos y alerta, pero también puede actuar como supresor del apetito y diurético, lo que afecta los niveles de energía y la hidratación.
Además, la cafeína puede influir en los niveles de cortisol, la hormona relacionada con la energía. Si se consume café justo después de despertarse, cuando los niveles de cortisol ya están altos, podría afectar la producción natural de esta hormona, disminuyendo la sensación de energía a largo plazo.
Entonces, ¿cuál es el momento ideal para esa primera taza de café? Gatlin sugiere esperar una o dos horas después de despertarse. Esto permite que el cuerpo utilice sus propios recursos para obtener energía primero, mientras que comenzar el día con agua y un desayuno equilibrado ayuda a establecer el tono para el resto del día y puede prevenir molestias estomacales.
Además, es importante tener en cuenta que tomar café tarde en el día puede afectar el ciclo de sueño, dificultando un descanso reparador y afectando los niveles de energía al día siguiente.
