Las preocupaciones por nuestra memoria suelen ir en incremento a medida que envejecemos, ya que con la edad aumentan las probabilidades de desarrollar problemas cognitivos como el alzhéimer y demencia.
Para aminorar el riesgo de desarrollar problemas de memoria con la edad, la neurocientífica Lisa Génova, reconocida escritora y divulgadora de Harvard, indica que existen prácticas que pueden ayudarnos a mantener nuestra memoria ágil incluso después de los 60 años.
La especialista dio a conocer siete cosas que puedes hacer para mejorar tu memoria y preservarla por más tiempo de manera lúcida.
Utilizar la visualización: Crear imágenes mentales de lo que deseamos recordar fortalece las conexiones neuronales, facilitando la retención de información. Esta técnica puede ser especialmente útil para recordar nombres, fechas o detalles importantes.
Emplear la imaginación y la creatividad: Incorporar elementos sorprendentes en nuestros recuerdos puede hacer que estos sean más vívidos y duraderos en nuestra mente. La creatividad despierta nuestra memoria y la mantiene activa.
Personalizar los recuerdos: Asociar la información con aspectos de nuestra propia vida aumenta la conexión emocional y facilita su almacenamiento en la memoria a largo plazo. Relacionar los datos con experiencias personales los hace más significativos y fáciles de recordar.
Buscar el drama en cada experiencia: Los recuerdos emocionalmente cargados tienden a ser más memorables. Por lo tanto, encontrar la conexión emocional en lo que queremos recordar puede ayudar significativamente en su retención.
Práctica y repetición: La práctica y la repetición son clave para fortalecer la memoria. Repasar la información regularmente ayuda a consolidarla en nuestra mente y mejora nuestra capacidad de recordarla cuando la necesitamos.
Usar Señales de recuperación: Asociar la información con olores específicos, momentos del día o variables cotidianas puede facilitar su recuperación. Estas señales actúan como disparadores de la memoria, ayudándonos a recordar información que de otra manera podría olvidarse.
Externalizar nuestra memoria: Aceptar que no podemos recordarlo todo y utilizar herramientas externas como listas, calendarios o notas adhesivas puede aliviar la carga cognitiva y facilitar la retención de información importante.
Además de estos consejos, Harvard recomienda cuidar la salud general mediante hábitos que beneficien el funcionamiento cerebral, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y sueño adecuado. Al adoptar estas prácticas, podemos optimizar nuestra memoria y mantenernos mentalmente ágiles a medida que envejecemos.
