Actualmente, alrededor de una de cada seis personas adultas padece de infertilidad, un trastorno del aparato reproductor que consiste en la incapacidad para lograr el embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección.
Así lo reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe publicado en abril del 2023, en el que también señaló que la prevalencia varía poco de una región a otra, mientras que las tasas son similares en los países de ingresos altos, medianos y bajos. “La infertilidad no hace distinciones”, señaló en ese momento el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus.
¿Cuáles son la causas del aumento de la infertilidad?
En México, aproximadamente 15 por ciento de las parejas experimentan problemas de infertilidad... y el porcentaje va en aumento, señala la investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, Claudia Treviño Santa Cruz.
Los factores que la desencadenan son numerosos, entre ellos destacan los relacionados con el estilo de vida como la alimentación, exposición a contaminantes en el ambiente, incluso el estrés impacta en la producción de espermatozoides, indica Treviño.
Una forma de solucionar este problema es a través del estudio de los espermatozoides para entender cómo funcionan, por ejemplo, al examinar la cuenta espermática, se puede saber si un hombre está sometido a algún estresor, detalla la experta.
“Estudiamos cómo nada el espermatozoide, cómo sobrevive en el tracto genital femenino porque tiene que hacerlo por muchas horas o días, y después de un largo trayecto en el que enfrenta muchas barreras es que encuentra al ovocito y, finalmente, tiene que fusionarse con él. Si comprendemos cómo suceden estos pasos, es más fácil intervenirlos”, enfatizó.
Sin embargo, los especialistas en el tema se enfrentan a la falta de financiamiento que impide que puedan encontrar soluciones para prevenir, diagnosticar y tratar la infertilidad, advierte la OMS.
Además, la falta de financiamiento en la rama se extiende a otros temas prioritarios como el desarrollo de anticonceptivos para hombre, lo que permitiría equiparar la responsabilidad de una pareja en su desarrollo sexual y reproductivo.
“Hemos hecho experimentos respecto a poder desarrollar una píldora, pero en este momento no tenemos financiamiento. El uso depende también de aspectos culturales, pues cuando se hacen encuestas sobre si los hombres usarían una pastilla anticonceptiva la respuesta general es que no, mientras en sociedades como Noruega, Dinamarca, la mayoría dice que sí”, explicó Treviño.
