Al cumplirse casi tres semanas con la fuga de aguas residuales en la colonia Bravo, Juan Olvera Velázquez, gerente de SIMAS, indicó que el “caído” se debió a diversos factores, que aseguró se trabaja insistentemente para reparar el derrame.
Vieja tubería. Uno de los factores que esgrimió fue el de las tuberías antiguas que concluyeron con su tiempo de servicio.
Se construyeron hace 40 años y con el paso constante del agua residual, aceleraron su desgaste. A ello se agregan los escurrimientos generados por las lluvias recientes, creando un socavón de 40 metros de profundidad. Los trabajos de reparación incluyen la conexión de tuberías por etapas. Es decir, debido a la profundo de la zona, se trabaja con mucha seguridad en cada tramo.
