El virus de Chandipura (CHPV) ha vuelto a ser foco de atención internacional debido a un preocupante resurgimiento en India. Este virus, que afecta principalmente a niños, ha causado la muerte de 60 menores en los últimos meses, generando una situación alarmante en el país asiático.
Gujarat, un estado en el oeste de India, se ha convertido en el epicentro del brote. Los hospitales de la región han registrado un aumento significativo en los casos de encefalitis, una inflamación del cerebro provocada por el virus de Chandipura.
Hasta ahora, se han confirmado 148 casos de la enfermedad, con una tasa de mortalidad del 40 por ciento, afectando principalmente a niños menores de 15 años.
Transmisión a través de mosquitos: una amenaza persistente
El virus de Chandipura se transmite a los humanos de manera similar a otras enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya: mediante la picadura de un mosquito infectado. Alejandro Macías, infectólogo e investigador, explica que el virus fue identificado por primera vez en 1965, y su prevalencia está estrechamente relacionada con el comportamiento de los mosquitos vectores.
“Cuando proliferan insectos vectores, eventualmente aparecen enfermedades que, inicialmente endémicas de una región, pueden migrar a otros lugares”, señala Macías. Esto resalta la importancia de los esfuerzos para controlar estos vectores y prevenir enfermedades transmitidas por insectos.
Lo que diferencia al virus de Chandipura de otros transmitidos por mosquitos es la rapidez con la que los síntomas se desarrollan. Macías destaca que los síntomas pueden aparecer y empeorar en las primeras 24 a 48 horas tras la picadura, comenzando con síntomas similares a la gripe y avanzando rápidamente hacia problemas neurológicos graves. Los síntomas comunes incluyen fiebre, vómitos, mareos, dolores de cabeza intensos, convulsiones, diarrea, confusión y pérdida de sensibilidad en las extremidades.
¿Podría llegar a México?
Aunque el virus de Chandipura actualmente está confinado al subcontinente asiático, no se puede descartar la posibilidad de que llegue a otras regiones, como América Latina. Según Macías, aunque es complicado, no es imposible que el virus cruce fronteras internacionales. A diferencia de virus como el SARS-CoV-2, que se propaga rápidamente entre personas, el CHPV requiere un proceso más complejo para su transmisión.
El virus no solo se encuentra en los mosquitos, sino que también ha sido asociado con otros insectos como las garrapatas. Esto plantea la posibilidad de que un niño infectado en una región con alta incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue o el zika, pueda facilitar la propagación del virus. Sin embargo, hasta la fecha no se ha confirmado la transmisión del virus de Chandipura fuera de India.