Hasta las 20.30 horas hora loca, la ciudad también se ha mantenido tranquila, a la expectativa
Aunque autoridades restringieron el acceso a playas de Cancún, esto no evitó que algunos bañistas sacaran sus tablas de surf para adentrarse al mar
A escasas horas de la entrada del huracán Beryl a costas de Quintana Roo, en playas de Cancún, residentes y turistas aprovecharon la tarde de hoy para pasear, tomarse selfies, grabar videos y hasta surfear, debido al oleaje provocado por la cercanía del ciclón.
Aunque autoridades restringieron el acceso a playas como Gaviota Azul (Forum), esto no evitó que algunos bañistas sacaran sus tablas de surf para adentrarse al mar o que amigos, parejas y familias con infantes acudieran a otros puntos, como Playa Ballenas y Playa Delfines llevados por la curiosidad y la emoción de vivir el momento.
En esta última playa, conocida también como El Mirador, la gente se concentró para disfrutar la tarde, de cara al mar, mientras autoridades perifoneaban en la zona, recordando que este centro turístico se encontraba en Alerta Naranja (actualmente en Alerta Roja) y debían volver a casa.
No fueron escuchados, porque incluso las personas esquivaron las cintas amarillas que impedían bajar a los arenales, mientras otras se tomaban fotos en donde tradicionalmente lucen las letras con la palabra “Cancún”, que fueron retiradas para evitar que con el viento esperado, pudiesen salir disparadas.
Berenice y su pequeño hijo Emiliano han ido a esta playa, cuyo cielo se bañó de colores violetas, para vender dulces. "Botanas Patito" se llaman sus productos y obsequiaron un pequeño paquete de garapiñados a una mujer que lloraba frente al mar, para aliviarle el corazón roto y tranquilizar su propio huracán emocional.
Caso contrario era el de Tricia isrrade y Juan Escalante, una pareja de esposos que trabaja en Marina Del Rey, revisaron que las lanchas estuviese bien ancladas y decidieron “pasar a ver cómo se ve en mar”.
Desde una torre de salvavidas en Playa Ballenas, sonrientes y conversando, Tricia y Juan se deleitaron con la belleza del paisaje –con viento, pero sin lluvia– y observaron el andar de varias parejas a lo largo de la playa.
Tricia llegó de Toluca en 2001 y Juan, de Campeche, en 1994, por lo que han vivido varios huracanes en este polo vacacional.
Ese caudal de vivencias les permite evaluar la reacción de las autoridades, que califican como “demasiado buena” en el manejo de la situación, y de la población, que ha acumulado experiencia en la prevención ante huracanes.
“Creo que nunca habíamos vivido un fenómeno así en junio (Beryl) y bueno, a tomar mucha conciencia (…) creo que este año va a ser un año dificil en cuestión de huracanes”, dijo Tricia, mientras Juan reflexionó que más que miedo, se debe prevenir y tener “conciencia” sobre lo que se debe hacer antes y durante un huracán.
Hasta las 20.30 horas –hora local– la ciudad también se ha mantenido tranquila, a la expectativa de cómo será la visita del inestable Beryl, que ha vuelto a subir a categoría 3 y mantiene en Alerta Roja –peligro máximo– a municipios como Tulum, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Cozumel y Othón P. Blanco.
