Cuando un compuesto o suplemento dietético en particular tiene solo investigaciones preclínicas o estudios clínicos limitados para respaldar su uso, la evidencia debe considerarse con cautela.
Los resultados de los ensayos en animales no siempre predicen con precisión los resultados en humanos: una sustancia que muestra resultados prometedores en estudios preclínicos puede no mostrar ningún efecto en ensayos los pacientes, recuerda HealthNews, que pone bajo el microscopio de la ciencia algunos de ellos.
La berberina aumenta la esperanza de vida. Esta afirmación es demasiado general para encajar en la categoría «real», pero se necesita más investigación para descartarla por completo. Los datos preclínicos sugieren que la suplementación con berberina prolongó la vida útil de las moscas de la fruta. ¿Qué tal los datos humanos más relevantes? Un metanálisis de 2021 sugiere que su se asocia con reducciones de la obesidad y mejoras del colesterol y la diabetes tipo 2. Si bien estos resultados son prometedores, se necesitan más investigaciones para evaluar su eficacia directa en el aumento de la esperanza de vida.
El Ginkgo biloba previene el deterioro de la memoria relacionado con la edad. La evidencia es contradictoria. Se ha demostrado que mejora los síntomas de varios tipos de demencia, pero no parece prevenirla, ni ralentizar su progresión.
Ashwagandha combate la disminución de la función corporal relacionada con la edad. No es probable. Sin embargo, nuevas evidencias sugieren que la ingesta diaria de su fórmula oral durante 12 semanas puede mejorar el sueño, el estado de alerta y el bienestar en las personas mayores (adultos de entre 65 y 80 años), en comparación con un placebo. Este estudio, aunque pequeño, es prometedor. Sin embargo, se necesitan más investigaciones y ensayos más amplios para decir si la ashwagandha beneficia definitivamente el envejecimiento.
