Las cáscaras de plátano, normalmente consideradas desechos, están ganando popularidad como una fuente nutritiva. Son ricas en fibra, vitaminas y minerales, lo que las convierte en una adición saludable a la dieta, siempre y cuando se preparen adecuadamente y se tomen ciertas precauciones.
Según Caroline Luiza C. Castro, experta en Ciencias de la Nutrición con 16 años de experiencia, las cáscaras de plátano son una sorprendente fuente de fibra y minerales, como el magnesio y el potasio, esenciales para la función muscular y nerviosa. También contienen vitaminas B6 y B12, cruciales para el metabolismo y la función neurológica.
Además de su valor nutricional, las cáscaras de plátano son antioxidantes, ayudando a combatir los radicales libres en el cuerpo y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Sin embargo, es importante tomar precauciones debido al posible uso de pesticidas en la agricultura convencional. Los plátanos a menudo son tratados con pesticidas, por lo que es fundamental optar por plátanos orgánicos y lavar bien las cáscaras antes de consumirlas para minimizar riesgos.
Para hacer las cáscaras de plátano más seguras y apetecibles, se recomienda cocinarlas. Según Castro, hervirlas, freírlas o cocerlas puede ablandarlas y mejorar su sabor, además de ayudar a eliminar cualquier residuo de pesticidas que pueda estar presente en la superficie.