La pretemporada del Barça bajo la dirección de Flick ha llegado a su fin. Tras una serie de partidos prometedores durante la gira, el Gamper dejó mucho que desear, y el Barça no logró entusiasmar a su afición en Montjuïc con un juego discreto ante un Mónaco eficiente que se llevó una victoria merecida.
Hansi Flick optó por una alineación interesante, llena de jóvenes que habían destacado en los partidos previos. El Barça comenzó con energía, con Raphina desequilibrando en el primer minuto y Pau Víctor desperdiciando una clara oportunidad de gol. Sin embargo, después de esa ocasión, al equipo le costó mucho generar nuevas oportunidades claras.
El Mónaco, con una notable presencia física, fue apagando gradualmente el ímpetu inicial del Barça, haciendo que el partido se tornara más complicado. Lewandowski intentó desde lejos, pero al Barça le faltaba creatividad y dinamismo.
Un primer tiempo sin brillo
Aunque el Barça dominaba la posesión, no mostraba la intensidad de los partidos anteriores. Alejandro Balde rompía la monotonía con sus incursiones típicas desde el lateral izquierdo, pero, más allá de esfuerzos individuales, al juego le faltaba ritmo y continuidad.
El Barça necesita la mejor versión de Balde, quien parece estar en camino de encontrarla. La afición intentó animar el espectáculo con una ola, ya que el juego era predecible y poco inspirado.
Errores costosos
La segunda mitad comenzó con un error de coordinación entre Iñigo y Bernal en la salida del balón, lo que Camara aprovechó para marcar el 0-1. Este gol no logró despertar al Barça, que necesitaba reaccionar pero rápidamente recibió el 0-2 tras una gran combinación del subcampeón francés. Una pérdida de balón de Gündogan resultó en una excelente definición de Embolo, lo que generó los primeros abucheos de una afición que no esperaba tal golpe. Además, Gündogan se lesionó en una desafortunada jugada y fue uno de los cuatro sustituidos por Flick.
Más decepciones
La entrada de Lamine animó a la afición y revitalizó al equipo. Poco después, Lamine inventó un pase genial que Pau Víctor casi convierte en gol. Pau intentó también con un disparo, pero el Mónaco resistía.
El Barça puso empeño, pero el Mónaco fue letal. Los visitantes castigaron nuevamente al Barça con otro gran gol de Mawisa. La eficacia del Mónaco contrastó con la impotencia del Barça, que fue incapaz de generar buen juego y ocasiones. Solo el juvenil Quim Junyent estuvo cerca de acortar distancias.
La afición se fue muy desanimada, con la imagen de un equipo que no cumplió con las expectativas. Aunque hubo algunos abucheos, la mayoría de los aficionados se retiraron en silencio y descontentos, a pocos días del debut del Barça en La Liga.