El anuncio de la intervención quirúrgica de Kate Middleton (41 años) pilló por sorpresa a muchos. La Casa Real británica ha preferido no dar detalles sobre la operación ni qué ha sido el causante de ello. Un hermetismo que continúa días después y que ha traído habladurías sobre qué es lo que le ocurre a la princesa.
Casi dos semanas ingresada en el hospital y un post operatorio que durará hasta abril, tiempo en el que la mujer de Guillermo de Inglaterra (41) no tendrá ningún acto oficial y que aprovechará para descansar y recuperarse. A su lado estará el príncipe de Gales, que ha vaciado su agenda para apoyarle en este largo proceso.
Durante este tiempo, el matrimonio permanecerá en Adelaide Cottage, su casa en Windsor a la que se mudaron hace año y medio. Tras meses de rumores, los príncipes de Gales cerraron las puertas del palacio de Kensington, su residencia real durante años, para trasladarse a los terrenos de Windsor.
El primogénito de Carlos III (75) se volcará en estas semanas en cuerpo y alma al cuidado de su familia, tal y como ha informado una fuente cercana a The Times: "La familia primero, el trabajo después. Los niños siempre serán el centro de su universo y así seguirá siendo".
El motivo de su mudanza en agosto de 2022 no fue otro que estar más cerca de la reina Isabel III durante sus estancias en el castillo de Windsor. Sin embargo, solo unas semanas después la monarca falleció en Balmoral, Escocia.
El matrimonio, en su habitual línea de austeridad, escogió esta humilde casa que solo cuenta con cuatro dormitorios y no tiene personal residente en la casa. Es considerada como una de las propiedades más pequeñas de todas las que tiene la Corona en su poder. De hecho, tiene un tamaño mucho más inferior que Frogmore Cottage, el que fuese el hogar de los duques de Sussex y donde el monarca quiere trasladar al príncipe Andrés (63).
A pesar de ser una de las residencias más reconocidas por la historia que le sigue, no han trascendido imágenes de su interior. Gracias a su inmejorable ubicación, cuenta con enormes jardines que podrán aprovechar más durante estas semanas de descanso. Una vez la princesa Kate se haya recuperado, continuará trabajando desde la cama, tal y como han anunciado medios británicos.
Adelaide Cottage cuenta ahora con unos huéspedes de lujo, pero el lugar es también conocido por su anterior dueño. Durante años residió entre sus paredes Peter Townsend, el que fue el amor prohibido de la princesa Margarita y con el que no se le permitió casarse. Su romance provocó una auténtica conmoción en Inglaterra al salir a la luz. El capitán residió junto a su primera mujer y sus hijos.
La mudanza a un nuevo hogar también trajo otros cambios. Los tres hijos de los príncipes de Gales cambiaron de colegio y se trasladaron al centro Lambrook. El matrimonio no deja que nadie que no sea ellos recoja a sus hijos en el colegio, a pesar de que tengan compromisos oficiales o viajes al extranjero. No va a ser una excepción ahora. El príncipe Gales dedicará su día en tareas que tengan que ver con su familia: llevar a los pequeños, cuidar de su mujer y volver a recogerlos. Además, en esta nueva ubicación no cuentan con niñera, lo que complica todo.
