Fue confirmado por el guardia de las celdas, quien indicó que el penal se fumiga regularmente; sin embargo, esta situación es inusual.
En una situación excepcional, cinco reclusos fueron víctimas de mordeduras de arañas reclusas pardas en un penal, lo que generó preocupación y la aplicación inmediata de medidas para brindarles tratamiento médico.
Dos de los afectados recibieron atención dentro de las instalaciones penitenciarias, mientras que los demás fueron trasladados a urgencias.
Administración. La revelación fue hecha por el guardián Roberto Parra, quien detalló que el incidente ocurrió tras la activación del sistema de calefacción la semana pasada. Aunque el penal se somete a fumigaciones cada tres meses, la última de las cuales tuvo lugar en diciembre, la inesperada proliferación de arañas reclusas llevó a la administración a ordenar una nueva intervención.
Atención. Parra señaló que, si bien ninguno de los internos presentaba un estado grave, la incertidumbre sobre cómo reaccionarían a las picaduras motivó la decisión de proporcionar tratamiento local y trasladar a urgencias a aquellos que requerían una atención más intensiva. La buena noticia es que todos los afectados están recuperándose de manera satisfactoria. En respuesta a este inusual incidente, la administración penitenciaria ha tomado medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los reclusos. Se han ordenado nuevas fumigaciones y se están implementando protocolos adicionales para prevenir futuros ataques de arañas reclusas. Este episodio resalta la importancia de reforzar las medidas preventivas en entornos carcelarios y la necesidad de adaptarse a situaciones inesperadas que puedan comprometer la salud de los internos.
Riesgos. El penal se enfrenta a una situación inédita con el ataque de arañas reclusas pardas, que ha afectado a cinco internos. Esta situación, que nunca se había registrado anteriormente en las instalaciones, ha desencadenado una respuesta inmediata por parte de las autoridades penitenciarias. A pesar de que los tres internos trasladados al hospital para recibir tratamiento son vigilados minuciosamente por oficiales, se ha confirmado que no existe riesgo de fuga ni situaciones inusuales que comprometan la seguridad del penal. Las medidas de vigilancia se han intensificado para garantizar que la recuperación de los afectados se realice en un entorno seguro y controlado. Simultáneamente, se ha iniciado un extenso trabajo de fumigación en todo el penal, marcando un hito en las prácticas habituales.
