Un análisis de sangre rutinario podría ayudar a identificar a las mujeres en trabajo de parto que corren riesgo de desarrollar preeclampsia, una condición de hipertensión que es una de las principales causas de muerte materna, según un estudio reciente.
Los investigadores informaron en la reunión anual de la Sociedad Americana de Anestesiólogos que los médicos pueden predecir este riesgo al observar los niveles de dos proteínas en la sangre, el fibrinógeno y la albúmina, al momento de la hospitalización para el parto. Las mujeres con una proporción elevada de fibrinógeno a albúmina (FAR) tendrían hasta un 41% más de riesgo de sufrir preeclampsia.
Lucy Shang, investigadora principal y estudiante de medicina de la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York, señaló que este hallazgo ofrece una nueva herramienta para que los anestesiólogos y obstetras evalúen el riesgo de preeclampsia en las mujeres al ser admitidas en el hospital.
La preeclampsia afecta entre el 5 y el 10% de las embarazadas y puede causar complicaciones graves como parto prematuro, problemas de sangrado, daño en órganos, convulsiones o incluso la muerte de la madre y el bebé en casos graves. El fibrinógeno, relacionado con la coagulación de la sangre y la inflamación, y la albúmina, que transporta hormonas y mantiene el equilibrio de líquidos, pueden verse alterados por esta condición, lo que provoca un aumento del fibrinógeno y una disminución de la albúmina.
En el estudio se analizaron los datos de más de 2,600 mujeres que dieron a luz entre 2018 y 2024, de las cuales 584 tenían preeclampsia leve y 226 presentaban una forma grave. Los investigadores observaron que un FAR superior a 0.1 aumentaba el riesgo de preeclampsia en un 24%, mientras que un FAR mayor a 0.3 incrementaba el riesgo en más del 41%.
Los médicos pueden tomar precauciones adicionales para las mujeres con riesgo elevado, como monitorear la presión arterial con mayor frecuencia, estabilizar los niveles de líquidos y administrar epidurales tempranas para controlar el dolor.
Shang subrayó la importancia de evaluar esta proporción en todas las embarazadas, especialmente en aquellas con mayor riesgo, como las mujeres negras, las mujeres con hipertensión y las mujeres con obesidad. Las mujeres negras tienen un 60% más de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las mujeres blancas y son más propensas a sufrir complicaciones graves, según el estudio.
Finalmente, Shang destacó que se necesita más investigación para definir los rangos exactos del FAR que deberían considerarse preocupantes y para incorporar esta herramienta en la atención prenatal de rutina. Estos resultados son preliminares hasta que sean publicados en una revista revisada por expertos.