La alimentación tiene un papel crucial en todas las etapas de la vida, pero es en la niñez cuando resulta más determinante, ya que es durante esta etapa cuando el cuerpo y la mente se desarrollan de manera significativa.
Durante la infancia, se establecen las bases para la salud futura. Adoptar hábitos saludables desde una edad temprana fortalece tanto el cuerpo como la mente, asegurando una vida más saludable y prolongada.
Sin embargo, muchos de los alimentos que los niños consumen diariamente pueden ser perjudiciales para su bienestar. A continuación, te mostramos cuáles son los alimentos que deberías evitar para proteger la salud de los pequeños y cómo identificarlos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2023, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, el sobrepeso y la obesidad afectan al 36.5% de los niños y al 40.4% de los adolescentes en México.
Estas cifras alarmantes destacan la necesidad urgente de prestar atención a los hábitos alimenticios desde la niñez para prevenir problemas de salud a largo plazo, como diabetes, enfermedades cardíacas y otros trastornos metabólicos.
Alimentos que se deben evitar en los niños
- Alimentos procesados Los alimentos procesados, que pasan por diversos procesos industriales, suelen contener aditivos como conservantes, colorantes, saborizantes y edulcorantes. Entre estos se encuentran alimentos enlatados y embutidos, como salchichas y jamones, que son ricos en grasas trans, azúcares y sodio, pero pobres en fibra, vitaminas y minerales.
El consumo excesivo de estos productos puede tener serias consecuencias para la salud de los niños, como el aumento de peso y problemas cardiovasculares desde temprana edad. Optar por alimentos frescos y preparados en casa es una opción más saludable.
- Dulces y bebidas azucaradas Los dulces, chocolates, postres, refrescos y jugos artificiales son comunes en la dieta de muchos niños, pero su consumo excesivo puede tener consecuencias graves a largo plazo. Las altas cantidades de azúcar y colorantes en estos productos están asociadas con un mayor riesgo de obesidad infantil y caries dentales.
Se recomienda limitar la ingesta de estos productos y optar por alternativas naturales, como frutas frescas y jugos naturales sin azúcar añadida.
- Panes y galletas Los panes y galletas, a menudo elegidos como postre o merienda, suelen ser altos en grasas trans, azúcar y sodio. Estos productos pueden fomentar malos hábitos alimenticios que persisten en la adultez, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes y problemas cardíacos.
En lugar de estos productos, se sugiere incluir opciones más nutritivas como pan integral, galletas caseras con ingredientes naturales o frutos secos.
- Alimentos congelados Los alimentos congelados, como nuggets, pizzas, hamburguesas y papas congeladas, suelen contener altos niveles de sodio para su conservación. El consumo frecuente de estos productos puede provocar retención de líquidos, deshidratación y aumentar la presión arterial en los niños.
Para evitar estos riesgos, es importante optar por alimentos frescos y naturales. Las comidas caseras preparadas con ingredientes frescos no solo son más saludables, sino que también pueden ser igualmente deliciosas y atractivas para los niños.
- Cereales de caja Aunque los cereales en caja son una opción popular para el desayuno, no siempre son la mejor elección. Según el Instituto Muldoon de Querétaro, estos productos no aportan la energía y vitaminas necesarias para los niños, ya que suelen estar cargados de azúcar.
Es preferible optar por alternativas más nutritivas como avena, frutas frescas o cereales integrales sin azúcares añadidos, que proporcionan la energía necesaria para el desarrollo y crecimiento saludable de los niños.