Hartas de que alumnos estudiaran sin servicios básicos, exigieron una solución o no permitirían las clases.
Por segundo día consecutivo madres de familia decidieron cerrar un plantel debido a las carencias de servicios que registran, el pasado lunes fue en la Monclova 400 y ayer en la primaria José Ramón Guevara ubicada en la Ciudad Deportiva, en donde desde las 7 de la mañana las madres de familia colocaron candados y cadenas en los portones para impedir que sus hijos sigan estudiando sin luz y agua.
Fue hace 2 semanas cuando la institución fue robada y vandalizada, en los hechos se hurtaron pastillas del sistema de electricidad que cuestan poco más de 12 mil 500 pesos y sin los recursos para reponer lo robado, los menores se encuentran estudiando en condiciones muy difíciles.
Dificultades. Al no tener servicio de energía eléctrica, el sistema de agua también queda mermado y es por ello que los pequeños tenían que aprovechar y explotar la luz del sol para poder trabajar en las aulas con la suficiente visibilidad y además utilizar botes de agua para ir al baño y hacer sus necesidades lo que para algunos pequeños resultaba muy complicado y ponía en riesgo su salud debido a que había quienes se obligaban a no ir al baño y aguantarse. “Solo queremos una escuela digna para ellos”, expresó una madre.
Propuesta. Esta vez será el ayuntamiento el que se encargue de pagar con los platos rotos, pues invertirán el presupuesto necesario para habilitar el sistema de energía eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad, así lo informó Félix Rodríguez Ramos subdirector de Servicios Educativos quien recalcó que el alcalde Mario Dávila autorizó el presupuesto y desde el día de ayer iniciaron con los trabajos de reparación es por ello que en punto de las 8 am las madres permitieron el ingreso de los menores y docentes para que se impartieran las clases mientras se llevaban a cabo las reparaciones.
