Científicos de todo el mundo han lanzado una seria advertencia sobre la posibilidad de una nueva pandemia mortal que podría surgir de los antiguos 'virus zombis' atrapados en el permafrost de Siberia.
Los microorganismos, conocidos como 'microbios Matusalén', han permanecido latentes durante decenas de miles de años en las regiones heladas del permafrost, pero el aumento de las temperaturas en la región plantea un riesgo creciente a medida que el transporte marítimo se expande en el área.
El año 2023 fue registrado como el más cálido desde que comenzaron los registros globales en 1850, y los expertos advierten que esto está acelerando el derretimiento del permafrost, que cubre una cuarta parte del hemisferio norte. La temperatura promedio del Ártico ya ha aumentado a un ritmo tres veces mayor que el promedio mundial, según informa el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Jean-Michel Claverie, genetista de la Universidad de Aix-Marseille en el sur de Francia, explicó que el permafrost, al ser frío, oscuro y carente de oxígeno, proporciona condiciones ideales para preservar material biológico durante miles de años.
Sin embargo, el aumento del transporte marítimo y las operaciones mineras en Siberia, resultado del derretimiento del hielo marino del Ártico debido al calentamiento global, podría liberar grandes cantidades de patógenos.
Claverie advierte que las operaciones mineras podrían liberar virus que los mineros inhalarían, con consecuencias potencialmente calamitosas para la salud humana. Además, la diferencia entre los patógenos antiguos y modernos complica su combate, según los científicos, y aproximadamente uno de cada cien patógenos antiguos podría causar alteraciones significativas en los ecosistemas.
Según la investigación publicada por Claverie y su equipo, cuatro sextillones de células escapan del permafrost cada año, lo que plantea un riesgo significativo dada la gran cantidad de virus potenciales. El año pasado, científicos de Rusia, Alemania y Francia identificaron seis enfermedades antiguas atrapadas en el permafrost con el potencial de desencadenar estragos incalculables en el mundo.
Ante este panorama, la comunidad científica hace un llamado urgente a la precaución y la implementación de medidas preventivas para evitar una posible catástrofe sanitaria global.
