La inseguridad, reflejada en la extorsión a productores y robos en carreteras, ha influido en el encarecimiento de algunos productos.
En el panorama económico reciente de México, se destaca la continuada inestabilidad de precios que ha afectado a la nación durante 40 meses consecutivos.
Según declaraciones de Jorge Dávila Flores, presidente del CEECS, la posibilidad de que la estabilización de la inflación no se logre este año es una preocupación latente que podría ejercer una presión adicional sobre la economía nacional.
Números. Durante el mes de junio, el país reportó una inflación anual del 4.98%, marcando el nivel más alto en los últimos 12 meses.
Este incremento ha llevado a una racha de 40 meses seguidos en los que la inflación se ha mantenido por encima del rango considerado óptimo (entre el 2% y el 4%) para asegurar la estabilidad financiera del país, como establecido por el Banco de México.
A pesar de las proyecciones optimistas establecidas en el paquete económico 2024, donde se estimaba una inflación anual del 3.8%, la tendencia observada en el presente año sugiere que esta meta es poco probable.
Dávila Flores advierte que mantener un ritmo constante de inflación por encima de los índices deseados podría generar presiones adicionales en la economía, afectando el precio de productos, programas y obras planificadas para el año en curso.
Factores como conflictos internacionales, condiciones meteorológicas adversas (sequías, huracanes, granizadas) y el aumento en los precios de frutas y verduras han contribuido al escenario inflacionario actual.
Asimismo, la inseguridad, reflejada en la extorsión a productores y robos en carreteras, ha influido en el encarecimiento de estos productos básicos.
Dávila Flores destaca también el impacto del precio de la gasolina en la inflación, mencionando que en algunas regiones del país, la gasolina regular ha rebasado los $26 pesos, mientras que la premium supera los $27 pesos.
Este incremento en los costos de transporte repercute directamente en el alza final de precios de mercancías y servicios, incrementando la presión inflacionaria en el país.
En resumen, la persistente inestabilidad de precios en México plantea desafíos significativos para la economía nacional, con múltiples factores contribuyendo a un escenario inflacionario complejo que requiere atención y medidas adecuadas para su manejo y eventual estabilización de las circunstancias actuales.
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