Cuando Yunus Musah cambia Valencia por Estados Unidos, la situación parece que se trastorna radicalmente para él. Casi siempre logra sacar su mejor versión mientras que en Mestalla sigue en el escaparate de salida. Sin ir más lejos, durante la noche de este jueves, la selección norteamericana disputó ante México el choque correspondiente a las semifinales de la Nations League de la Concacaf.
Un duelo que los estadounidenses vencieron 3-0 con dos tantos de Pulisic y otro de Ricardo Pepi. Yunus fue titular, jugó los noventa minutos y completó otro gran partido con el combinado nacional pese a que no influyó materialmente en el resultado. El próximo lunes 19 de junio, Estados Unidos afrontará la final de la competición ante Canadá. Un duelo que podría permitir que Yunus Musah siga luciéndose a nivel internacional mientras desde el club se esperan ofertas de equipos importantes de la Premier League.
Tal y como informó ElDesmarque Valencia hace un mes, el West Ham es uno de los equipos más interesados en hacerse con los servicios del futbolista norteamericano. Tanto es así, que el conjunto inglés ha estado presente en Mestalla esta misma temporada para seguirlo de cerca. Ahora han dado un paso más en la negociación y han hecho una consulta por el centrocampista. La salida de algún jugador en la medular del conjunto inglés podría ser el detonante para que el club londinense se lanzase de manera definitiva a por el futbolista del Valencia. Según Relevo, el precio de salida del futbolista estaría fijado en 25 millones.
El colegiado finalizó el encuentro antes de tiempo
Iván Barton, colegiado salvadoreño, tuvo que finalizar el encuentro entre Estados Unidos y México antes de tiempo. La afición del conjunto mexicano asestó un sinfín de insultos homófobos a los futbolistas de la selección norteamericana. A través de las pantallas del Allegiant Stadium, las autoridades pidieron en varias ocasiones que los insultos pararan y el árbitro paró el encuentro momentáneamente. Antes de que terminara el partido, el colegiado tuvo que adelantar el pitido final unos pocos minutos, siguiendo el protocolo, al comprobar que una amplia parte de los espectadores seguían con los gritos homófobos.
