Si estás dispuesto a enfrentarte a este tipo de terror, está disponible en el catálogo de Netflix. ¡No te la pierdas!
El género del horror ha cautivado a millones de personas en todo el mundo, pero pocas películas logran realmente provocar miedo genuino o inquietud en sus espectadores desde que el cine surgió hace más de 100 años. Si eres aficionado a este género, hay una película que es un imprescindible, aunque quizás necesites dejar encendida la luz para conciliar el sueño después.
Estamos hablando de "Hereditary", una película dirigida por Ari Aster que llegó a los cines hace cinco años de la mano de la reconocida distribuidora A24, que este año nos sorprendió con el éxito de "Háblame". Esta cinta sigue perturbando a los amantes del cine y del terror debido a una escena inesperada que sigue atormentando a algunos hasta el día de hoy. Con un elenco encabezado por Toni Collette, Alex Wolff y Milly Shapiro, este largometraje de horror sobrenatural se ha convertido en uno de los más admirados y a la vez aterradores de la última década.
El director, también conocido por "Midsommar", nos sumerge en la historia de la familia Graham, que comienza a experimentar situaciones inquietantes tras la reciente muerte de la abuela materna. Conocida como "El legado del diablo" en español, esta película despliega una de las escenas más impactantes e inesperadas a los 30 minutos de iniciada, una secuencia que te perseguirá a lo largo de toda la película. Por respeto a quienes aún no la han visto, no revelaremos detalles, pero prepárate antes de verla. Con las actuaciones de Ann Dowd y Gabriel Byrne, "Hereditary" se sumerge en una serie de acontecimientos trágicos para la familia Graham, poniendo énfasis en la pérdida, el duelo y la presencia incesante de lo sobrenatural.
Esta película prescinde de los típicos sustos o imágenes sangrientas para asustar al espectador, lo cual es aplaudido por los fanáticos del género. Inicialmente se presenta como un drama familiar, pero evoluciona gradualmente hacia una pesadilla sin escapatoria, llevando al espectador a una inquietante resignación.
