Un profesional de la fotografía ha recibido la solicitud más insólita que ha escuchado en sus años de carrera, y posiblemente una de las más locas de la historia de la fotografía. Una mujer que se casó en el año 2019 le exige cuatro años después el reembolso por las fotos, ¿La razón? Se divorció.
No hay otro argumento, ya que la mujer le ha explicado a Lance Romeo, fotógrafo con sede en Johannesburgo, que “ya no necesita las fotos”. La historia la ha contado estos días en Petapixel, donde explica que por aquel entonces, en el año 2019, le pidió a la pareja la tarifa estándar que tenía, unos 815 dólares al cambio, que tras negociarlo se quedó en 650 dólares.
La pareja quedó encantada con el trabajo del hombre y no supo más de ellos hasta ahora, cuatro años después. Al parecer, la mujer se puso en contacto con Romeo a través de WhatsApp para decirle que se había divorciado y que, por tanto, exigía un reembolso:
Bueno, ahora estoy divorciada y esas fotos, ni yo ni mi ex esposo, las necesitamos más. Hiciste un trabajo maravilloso con ellas, pero se desperdiciaron porque ahora estamos divorciados, necesitaré un reembolso de la cantidad que te pagamos porque ya no las necesitamos.
El fotógrafo creyó en un primer momento que se trataba de una broma, pero tras insistirle la mujer le respondió:
Lamento mucho escuchar que usted y su esposo se divorciaron, pero estoy seguro de que puede darse cuenta de que eso no va a suceder. La fotografía es un servicio no [sic] reembolsable una vez que ya te he entregado el servicio y las imágenes. No puedo reembolsarte porque no puedo deshacer las fotos.
La mujer no se dio por vencida con la respuesta de Romeo, e incluso intensificó su queja amenazando con llevar el asunto a los abogados:
¡Eso es algo que debes tener en tu contrato que no hay reembolsos! Pero no lo hiciste, así que tengo derecho a exigir un reembolso ya que ya no necesito tus fotos. Entiendo que no es su culpa, pero es un negocio y, como tal, debe poder otorgar reembolsos.
El fotógrafo termina explicando que una vez que vio que la mujer iba en serio, dejó de responderle. Ella ha continuado por un tiempo tratando de ponerse en contacto, “pensó que me sentiría intimidado y está convencida de que necesita recuperar su dinero, y todavía quiere reunirse conmigo. Ya ni siquiera sé qué decir porque esto es lo más loco que he experimentado”, zanja.
