En una cohorte longitudinal de casi 77.000 niños se identificaron cinco grupos distintos de trayectorias de glucosa durante el embarazo.
Los desenlaces obstétricos y neonatales adversos se relacionaron con cuatro de las cinco trayectorias: desde la trayectoria moderadamente elevada hasta la trayectoria persistentemente elevada. Pero los resultados variaron en función de la gravedad, el momento, la duración y el tratamiento de la hiperglucemia. Las cuatro trayectorias problemáticas representaron el 35 % de los embarazos.
Este estudio es el primero en el que se analizan los patrones de glucosa durante el embarazo y sus complicaciones para madres e hijos. Los hallazgos obstétricos y neonatales adversos de una cantidad tan grande de embarazos señalan que los profesionales clínicos deben vigilar y controlar los niveles elevados de glucosa materna durante todo el embarazo.
Este estudio fue una cohorte de base poblacional intercalado dentro de un estudio longitudinal de vinculación de registros de 76.228 niños de Estocolmo, Suecia (2001-2011) conocido como la Cohorte Juvenil de Estocolmo. En el estudio se identificó en retrospectiva de forma aleatoria los niveles de glucosa capilar materna durante el embarazo para la cohorte de jóvenes. A continuación, se utilizó un modelo de trayectoria basado en grupos para discernir los patrones de trayectoria de la glucosa y su relación con los desenlaces obstétricos y neonatales adversos, así como con las afecciones del neurodesarrollo a largo plazo (autismo, discapacidad intelectual y trastorno por déficit de atención con hiperactividad).
Los desenlaces obstétricos adversos fueron un parto prolongado, cesárea y parto distócico. Los desenlaces neonatales adversos consistieron en traumatismo neonatal al nacer, hipoglucemia neonatal, pequeño para la edad gestacional y grande para la edad gestacional.
Se identificaron cinco trayectorias diferentes de la glucosa (basadas en la puntuación z media aleatoria de la glucosa capilar): persistentemente baja (el grupo normal representaba el 64,9 % de todos los embarazos), moderada, alta al principio del embarazo, alta a mitad del embarazo y persistentemente alta.
Las trayectorias que fueron moderada, alta al inicio del embarazo, alta a mitad del embarazo y persistentemente elevada se asociaron a distintos patrones de desenlaces obstétricos y neonatales adversos, en función de la gravedad, el momento, la duración y el tratamiento de la hiperglucemia. Cada una de las trayectorias elevadas se comparó con la trayectoria persistentemente baja.
Por ejemplo, el grupo moderado (frente al grupo persistentemente bajo) se asoció a un mayor riesgo de cesárea y parto distócico, así como a un mayor riesgo de los siguientes desenlaces neonatales adversos: grande para la edad gestacional, macrosomía (peso al nacer >4.500 g), traumatismo neonatal al nacer e hipoglucemia neonatal.
Las trayectorias que fueron alta al principio del embarazo, alta a mitad del embarazo y persistentemente alta también se asociaron a riesgos obstétricos y neonatales adversos (frente a la trayectoria persistentemente baja).
Varias trayectorias también se asociaron a trastornos del neurodesarrollo infantil, pero ninguno de esos resultados siguió siendo significativo tras tener en cuenta la tasa de falsos descubrimientos.
