Te llevo a un lugar único y mágico: el Ejido San Miguel de Ocampo.
A 180 km de la cabecera municipal de Ocampo Coahuila, en pleno desierto de Chihuahua y a 60 kilómetros aproximadamente, de la frontera con los Estados Unidos, existe el increíble Ejido San Miguel el cual encierra atractivos únicos en todo Coahuila.
Cuando recorro gran parte de nuestro estado en busca de aventuras y lugares que solamente muchos conocen por libros, gracias a Dios, he conocido mucha gente y hecho amigos, uno de ellos es Alexis Hernández Ávila quien tiene un impresionante museo paleontológico al aire libre. Anteriormente hice reportajes acerca de estos lugares como el de "La Casa en la Piedra", sin embargo, retomo el tema pues para mí es de suma importancia dar a conocer lo que tenemos en nuestro estado.
Petrificado. Desde los 14 años "Alex" se ha dedicado a la recolección de importantes piezas que, con recursos netamente propios, ha conservado en un gran terreno para que las personas puedan admirarlas.
Para mí fue muy impresionante ver aquellos troncos petrificados: piezas que registran la prehistoria coahuilense, minerales, fósiles como bivalvos y amonites incluso lo que podrían ser huevos de dinosaurio son algunas de las maravillas que usted puede encontrar en este lejano rincón orgullosamente coahuilense.
Para Alex el ejemplo de su hermano Homero (Quien también tiene su museo y se los mostraré próximamente) hizo que le naciera el amor por los temas prehistóricos.
¿Qué porque existen restos fosilizados? bueno, hace millones de años en el período cretácico existió el mar interior de Nortéamerica. Tenía una profundidad de 760 metros y una anchura de 970 kilómetros además de una longitud de 3 mil 200 kilómetros.
Debido a la fauna marina que existía hoy podemos ver los vestigios fosilizados. Cuando este fue desapareciendo y emergiendo las aguas aquello se convirtió en un edén con grandes árboles por lo cual existen los troncos petrificados.
Aventura. El camino para llegar hasta esos lares es sumamente apasionante: una recta que parece nunca acabar en medio del desierto, permite admirar las maravillas naturales que tenemos. Usted puede decir ¿Pero qué de interesante tiene el desierto? pues...es un ecosistema espectacular.
Alex es una prueba palpable de la voluntad férrea que existe en aquellas latitudes mismo que se ha convertido en un guardián de los tesoros que hay en nuestro suelo. Su visión de preservar estas piezas únicas merece el reconocimiento de propios y extraños. Además, es un gran artesano y sus trabajos los tiene a la venta: es impresionante la manera en que Alex labora el material pétreo y esto se convierte en un suvenir tan formidable. De verdad, vale la pena atravesar los inhóspitos parajes para llegar a este lugar, apoyar a ésta gente, admirar su trabajo, pasar un día diferente...¡Me encanta el desierto!
