Los investigadores que expusieron en Vancouver, en el Congreso Anual del American College of Gastroenterology (ACG) de 2023, identificaron un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) entre los adultos que consumían una dieta rica en alimentos ultraprocesados, lo que sugiere otro campo de investigación sobre el papel potencial de los alimentos comestibles producidos industrialmente sobre este padecimiento.
El estudio, que fue un metanálisis de cuatro estudios, encontró un riesgo 47% mayor de enfermedad inflamatoria intestinal en adultos que consumían altos niveles de alimentos ultraprocesados, en comparación con los adultos de los grupos de referencia.
"Nuestros datos también son consistentes con otros estudios observacionales que encontraron que un mayor consumo de comida chatarra, junto con una ingesta reducida de frutas y verduras frescas, están asociados con el desarrollo de enfermedad inflamatoria intestinal. Debido a que los estadounidenses consumen más de 60% de sus calorías en forma de alimentos ultraprocesados, reducir su consumo podría disminuir significativamente la incidencia de la enfermedad", escribieron los autores liderados por el Dr. Eric Hecht, Ph. D., maestro en salud pública, presidente y director ejecutivo del Institute of Etiological Research sin fines de lucro en Boca Ratón, Florida, Estados Unidos.
El efecto potencial de una mala alimentación en el intestino es una cuestión crítica de salud pública, afirmó. La dieta puede ser solo un posible factor que contribuye a la enfermedad inflamatoria intestinal, otros factores son la genética y tener un sistema inmunológico comprometido.
El Dr. Hecht y sus colaboradores comenzaron este estudio con una búsqueda en la base de datos PubMed de investigaciones publicadas sobre enfermedad inflamatoria intestinal que incluían detalles de la dieta. De diez estudios relevantes, cuatro cumplieron con los criterios de inclusión para el análisis.
Los cuatro estudios contaron con 652.880 adultos, 2.240 casos de enfermedad inflamatoria intestinal con un periodo de seguimiento que oscilaba entre 2,3 y 22,3 años. En los estudios se documentaron riesgos elevados estadísticamente significativos tanto de enfermedad de Crohn como de colitis ulcerosa. Hubo un riesgo relativo de 1,47 (intervalo de confianza de 95%: 1,29 a 1,66) para enfermedad inflamatoria intestinal, 1,94 (IC 95%: 1,45 a 2,58) para enfermedad de Crohn y 1,26 (IC 95%: 1,10 a 1,45) para colitis ulcerosa.
Hallazgos de los cuatro estudios
El Dr. Chen y colaboradores informaron en Journal of Crohn's and Colitis los resultados de un estudio de cohortes transversal y prospectivo de 187.854 adultos que fueron seguidos durante un promedio de diez años.[1] Descubrieron que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se asociaba con una mayor incidencia de enfermedad de Crohn, pero no con colitis ulcerosa. También encontraron que las personas que ya habían sido diagnosticadas con enfermedad inflamatoria intestinal consumían más alimentos ultraprocesados que aquellas sin diagnóstico. Los autores sugirieron que se realizaran más estudios para abordar el impacto de esa alimentación.
La Dra. Vasseur y colaboradores publicaron en Inflammatory Bowel Diseases una investigación extraída del estudio NutriNet-Santé, un gran estudio prospectivo francés basado en la web.[2] No encontraron que los alimentos ultraprocesados estuvieran asociados significativamente con el riesgo de sufrir enfermedad inflamatoria intestinal, pero los autores señalaron que ciertos tipos de alimentos o patrones dietéticos podrían explicar en parte el aumento en la incidencia de enfermedad inflamatoria intestinal observado en varios países, y dijeron que se necesitarían más estudios a gran escala para respaldar las suposiciones fisiopatológicas hechas sobre los factores de riesgo dietéticos y la enfermedad inflamatoria intestinal.