Este padecimiento ha generado demencia y suicidios en jugadores retirados y sigue como un fantasma rodeando a la NFL.
La imagen fue dramática. Cimbró al universo del futbol americano de la NFL y más allá. Ver a Tua Tagovailoa, quarterback de los Miami Dolphins, en el césped del estadio de los Bengals, inmóvil por una conmoción cerebral despertó las alertas. El jugador tuvo que salir en camilla rumbo a un hospital donde, afortunadamente, se le reportó con movilidad en sus extremidades.
El pasador fue baja durante seis juegos de la temporada regular de este año, después de sufrir dos conmociones cerebrales en la Semana 4 y la Semana 16. El doctor Héctor L. Frisbie, en entrevista, señala que a Tagovailoa se le tendría que prohibir jugar, tras lo ocurrido en esta campaña.
“Se le debería prohibir jugar, porque va a tener un deterioro, pero ¿Cuál es el punto? Es una pieza sacrificable de un espectáculo, porque la NFL es dueña del domingo. Si quieres meterte con ese poder, es muy difícil. Este muchacho, si ya se lesionó varias veces, va a tener un deterioro neurológico importante y una calidad de vida muy mala. El problema es que (los jugadores) tienen 15 años de su vida dedicando su esfuerzo para llegar a donde están. Pocos de ellos son tan inteligentes que saben hacer negocios laterales a su deporte como Shaquille O’Neal o Michael Jordan, en el basquetbol.
En 2009, el doctor Bennet Omalu describió y advirtió sobre el desarrollo de la Encefalopatía Traumática Crónica (CTE, por sus siglas en inglés) en los jugadores de futbol americano ante los constantes golpes en la cabeza. Este padecimiento ha generado demencia y suicidios en jugadores retirados y sigue como un fantasma rodeando a la NFL
