El uso acumulativo más prolongado de fármacos para tratar el trastorno por déficit de atención/hiperactividad está asociado con un pequeño pero estadísticamente significativo aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, según sugieren los resultados de un gran estudio sueco de casos y controles anidado.
El aumento en el riesgo fue evidente solo para la hipertensión y la enfermedad arterial, dependió de la dosis y fue mayor con los fármacos estimulantes para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad que con los no estimulantes.
"Los médicos deben estar atentos al monitorear los signos y síntomas de las enfermedades cardiovasculares, particularmente entre aquellos que reciben dosis más altas", dijo a Medscape Noticias Médicas Zheng Chang, Ph. D., investigador principal del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Karolinska Institutet, en Estocolmo, Suecia.
"Las decisiones de tratamiento, como siempre, deben basarse en una ponderación cuidadosa de los posibles beneficios y riesgos a nivel de cada paciente, en lugar de simples recomendaciones únicas para todos", añadió Chang.
El estudio fue publicado en versión electrónica el 22 de noviembre en JAMA Psychiatry.[1]
Llenar los huecos en la investigación
El uso de fármacos para tratar el trastorno por déficit de atención/hiperactividad ha aumentado notablemente en las últimas décadas tanto en niños como en adultos. El riesgo potencial de enfermedad cardiovascular asociado con el uso prolongado de fármacos para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad aún no está claro. La mayoría de los estudios "longitudinales" que han analizado la asociación tienen un tiempo de seguimiento promedio de no más de dos años, señalan los autores.
Por el contrario, el estudio sueco evaluó la asociación entre el uso acumulativo de fármacos para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad en niños y adultos a quienes se dio seguimiento hasta por 14 años; también analizó si las asociaciones difieren entre los tipos de fármacos y dosis, los tipos de enfermedad cardiovascular, el género y la edad.
De 278.027 personas de entre 6 y 64 años de edad diagnosticadas con trastorno por déficit de atención/hiperactividad o que recibieron fármacos para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad, se identificaron a 10.388 con enfermedad cardiovascular y se compararon con 51.672 controles sin enfermedad cardiovascular.
Una mayor duración acumulada del uso de fármacos para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad se asoció con un mayor riesgo estadísticamente significativo de enfermedad cardiovascular, en comparación con no usar fármacos.
Cuando se examinó el riesgo de enfermedades cardiovasculares específicas, el uso prolongado de fármacos para el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (en comparación con no usarlos) se asoció con un mayor riesgo de hipertensión y enfermedad arterial, pero no con arritmias, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, enfermedad tromboembólica o enfermedad cerebrovascular.