Trastorno de ansiedad generalizada se trata mejor a largo plazo con terapia cognitivo-conductual
En un metanálisis en red sobre la eficacia de las psicoterapias para el trastorno de ansiedad generalizada con 66 estudios aleatorizados y 5.597 pacientes se confirma que solo la terapia cognitivo-conductual "clásica" proporciona un alivio sintomático a largo plazo significativamente mayor que el tratamiento estándar.
Con una prevalencia a un año de alrededor del 3 % en la población adulta, el trastorno de ansiedad generalizada es uno de los diagnósticos psiquiátricos más frecuentes. Por lo general, se recomienda el tratamiento con psicoterapia, pero no está claro qué opción debe considerarse como tratamiento de primera línea.
Revisión sistemática y metanálisis en red de los resultados a corto y largo plazo de diferentes psicoterapias para el trastorno de ansiedad generalizada. Se realizaron búsquedas de ensayos aleatorios con adultos en las bases de datos bibliográficas MEDLINE, Embase, PsycINFO y el Registro Cochrane de Ensayos Controlados (Cochrane Register of Controlled Trials) hasta 2022 (inclusive). Los criterios de valoración primarios del estudio fueron la gravedad de los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada y la aceptabilidad del tratamiento. Los resultados se presentaron como diferencias de medias estandarizadas en comparación con el tratamiento estándar (diagnóstico y material informativo y/o contacto mínimo con el terapeuta).
Hubo 66 ensayos aleatorizados con datos de 5.597 participantes que cumplieron los criterios de inclusión. La mayoría de los pacientes eran mujeres (70,9 %) y la edad promedio fue de 42,2 años.
En comparación con el tratamiento estándar, los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada se redujeron más con:
Terapia cognitivo-conductual de tercera generación (con aceptación, compromiso, entrenamiento en atención plena, etc.) Con esta intervención, la diferencia de medias estandarizadas fue de -0,78 con un intervalo de confianza del 95 % (-1,19 a -0,37).
Otras terapias cognitivo-conductuales con reestructuración cognitiva más terapia conductual y/o de relajación (diferencias de medias estandarizadas -0,68; intervalo de confianza del 95 % -1,05 a -0,32).
Terapias de relajación (diferencias de medias estandarizadas -0,54; intervalo de confianza del 95 %; -1,04 a -0,05). Sin embargo, la superioridad de esta forma de terapia se perdió después de excluir del análisis los estudios con un alto riesgo de sesgo.
Ninguna de las psicoterapias mencionadas fue interrumpida por los pacientes con mayor frecuencia que el tratamiento estándar.
Con respecto a la gravedad de la ansiedad en el periodo de 3 a 12 meses después de la intervención, solo la terapia cognitivo-conductual "clásica" fue más eficaz que el tratamiento estándar (diferencias de medias estandarizadas -0,58; intervalo de confianza del 95 % -0,93 a -0,23).
Dados los efectos a corto y largo plazo, la terapia cognitivo-conductual estándar puede ser el tratamiento de primera línea para el trastorno de ansiedad generalizada, escriben los autores. Las terapias cognitivo-conductuales de tercera generación y las terapias de relajación se asociaron con eficacia a corto plazo y también podrían ofrecerse.
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