John Cazale siempre nos dejará con la triste sensación de no saber todo lo que podría haber ofrecido.
"Fue uno de los actores más destacados de nuestra época, y no solo en aquel momento, sino en cualquier época". Que Al Pacino elogie de esta manera a alguien es un símbolo de que ha tenido una carrera extraordinaria.
Este actor que llevó la palabra "mítico" a otro nivel, una persona que nos dejó demasiado joven pero que logró triunfar en el teatro, enamorar a Meryl Streep y hacer que cada película en la que aparecía estuviera nominada al Óscar. Nos referimos a la trágica vida del gran John Cazale.
Cazale descubrió su pasión por el teatro a los 24 años y nunca quiso abandonar los escenarios. Además, sus compañeros no se lo permitían, ya que los críticos lo elogiaban diciendo que era "absolutamente estupendo, hilarante, emotivo, emocionante". Sin duda, dejó una profunda impresión. Conoció a Al Pacino y aunque solo hizo un episodio de televisión en la serie NYPD, poco a poco fue llamando la atención de los directores de casting, especialmente uno que trabajaba con Francis Ford Coppola.
Coppola lo fichó para el papel de Fredo Corleone en El Padrino y el resultado fue asombroso. La película obtuvo once nominaciones al Óscar, ganando tres, incluyendo mejor película y mejor actor para Marlon Brando. En 1974, repitieron el éxito con El Padrino II, otras once nominaciones de las cuales ganaron seis, incluyendo mejor película, mejor director y mejor actor secundario. Ese mismo año, Cazale también participó en La Conversación, también de Coppola, que obtuvo tres nominaciones al Óscar, incluida la de mejor película.
John Cazale no buscaba fama rápida, sino elegir cuidadosamente los proyectos que encajaban mejor con él. Su siguiente película fue Un día de perros, que le valió su única nominación a los Globos de Oro y pudo haber obtenido seis premios Óscar, llevándose el de mejor guion original. Su último papel antes de fallecer fue en El francotirador, la obra maestra de Michael Cimino. A pesar de haber sido diagnosticado con cáncer de pulmón con metástasis debido a su tabaquismo, prefirió actuar en la película. Robert De Niro pagó por su seguro y Meryl Streep insistió en que debía estar en la película.
Su actuación en El francotirador fue extraordinaria, aún sabiendo que el final se acercaba. Todas sus escenas se rodaron al principio, y su interpretación fue el mejor papel de toda su carrera. Dio lo mejor de sí mismo, a pesar de saber que su tiempo era limitado. Su última contribución fueron las nueve nominaciones al Óscar que obtuvo la película, de las cuales ganó cinco, incluyendo mejor película, director, actor secundario, edición y sonido. Fue un talismán para los premios y un actor de categoría que falleció en 1978 a los 42 años, con Meryl Streep a su lado, demostrando su inquebrantable apoyo.
