Ellas sabían que los minutos restantes eran simple trámite de una serie que se finiquitó el viernes en Santa Úrsula
Faltaba más de una hora por jugar, pero todos en el estadio Universitario sabían que la historia terminó con aquel zapatazo de Jacqueline Ovalle (23’) que dictaminó la nueva victoria de las Tigres sobre el América (1-0, 3-0 global) y su coronación en el Campeón de Campeones de la Liga MX Femenil.
Hasta las Águilas sabían que las Amazonas se llevarían ese título por segunda vez, aunque es la primera vez que lo ganan en la cancha.
Hace dos años lo recibieron, tras proclamarse monarcas en los dos certámenes del ciclo futbolístico: Apertura 2020 y Clausura 2021.
Esta vez debieron dirimirlo ante un rival que llegó herido de muerte al Volcán. Las dirigidas por Ángel Villacampa tuvieron a la ilusión como su principal aliada, pero se esfumó cuando la Maga sacó de la chistera la anotación que empezó la fiesta.
Por más que el estratega español arengó a las visitantes, ellas sabían que los minutos restantes eran simple trámite de una serie que se finiquitó el viernes en Santa Úrsula, con la victoria (2-0) del equipo más dominante en la historia de la Liga MX Femenil.
Aunque eso no impidió que una interminable lluvia de abrazos se desatara en cuanto la silbante Priscila Pérez decretara el final.
La era de la también española Milagros Martínez al frente de las Tigres comenzó con el sello que ha distinguido al equipo regiomntano desde siempre: éxito.
Ovalle volvió de los Juegos Centroamericanos y del Caribe para también coronarse, porque lo de ella es glorioso.
