Si se padece de acné adulto se recomienda acudir con un profesional para conocer los detonantes.
La piel que sufre de acné en la edad adulta suele tener una barrera cutánea alterada y debilitada, lo que se manifiesta en granos y espinillas como síntomas visibles. El acné adulto puede estar relacionado con diversas causas, entre ellas, desequilibrios hormonales, intolerancias alimentarias y factores externos.
La exposición al sol es uno de los motivos detrás de estos brotes, al igual que una alimentación inadecuada que incluye el abuso de alimentos ultraprocesados y azúcares, el uso excesivo de cremas, el tabaco y ciertas medicaciones.
Sin embargo, en la actualidad, el estrés se destaca como el principal desencadenante que a menudo pasa desapercibido. Este estado continuo de alerta provoca un aumento en los niveles de cortisol, lo que deshidrata la piel, activa las glándulas sebáceas y, por ende, provoca una sobreproducción de sebo.
Es cierto que identificar las causas detrás de estos brotes es fundamental para poder tratarlos adecuadamente. Cuando los granos tienen un origen hormonal o están relacionados con nuestra alimentación, es crucial abordar esos problemas desde la raíz para obtener resultados más efectivos.
Además de cuidarnos desde dentro, es importante implementar una rutina facial anti acné para reducir la presencia de espinillas y granos tan molestos. Incorporar activos específicos en nuestra rutina de cuidado facial puede ser de gran ayuda para mejorar la salud de la piel. Estos son algunos que querrás incluir en tu rutina:
- Maca: Es un ingrediente conocido por su capacidad reguladora sobre la glándula pituitaria y del hipotálamo.
- Aceite de árbol de té: Consigue eliminar y reducir el crecimiento de bacterias gracias a su carácter antimicrobiano, seca los granitos con rapidez.
- Vitamina D: No solo aporta luminosidad a la piel e iguala el tono, también aportahidratación, suavidad, elasticidad y protección.
- Sérums: Un buen suero recomendado por un especialista es capaz de combatir el acné, el enrojecimiento y la inflamación de las pieles reactivas.
Es esencial utilizar productos adecuados para nuestro tipo de piel y asegurarnos de limpiarla suavemente dos veces al día.
