Otorgar tal poder a toda la policía sería motivo de arrestos a ciudadanos estadounidenses, pondría en peligro a familias de estatus migratorio mixto y haría que las víctimas de delitos tuvieran miedo de acudir a la policía.
Texas se encuentra al borde de otorgar a la policía una autoridad expandida para arrestar a inmigrantes indocumentados y ordenarles que abandonen Estados Unidos, gracias a un proyecto de ley presentado por la Cámara de Representantes estatal en un anuncio que tiene el potencial de llevar al gobernador republicano, Greg Abbott, hacia una posible confrontación con la administración del presidente Joe Biden en materia de inmigración.
La propuesta ha generado fuertes reacciones en el Capitolio de Texas. Legisladores demócratas, en particular aquellos de ascendencia hispana, han liderado protestas intensas que han abordado cuestiones raciales y la legalidad.
Propuesta. A pesar de ello, los republicanos de la cámara baja lograron aprobar el proyecto de ley en una votación partidista antes del amanecer. Cabe señalar que una propuesta similar ya había sido aprobada por el Senado de Texas, lo que significa que los republicanos ahora deben encontrar un terreno común en una versión final antes de enviarla al escritorio del Gobernador Abbott. El representante estatal republicano David Spiller, autor del proyecto de ley de la cámara baja, argumentó: "Nuestros pedidos de ayuda para hacer cumplir las leyes federales de inmigración existentes han sido ignorados por el presidente Biden. Ya hemos tenido suficiente". Este movimiento se produce dos años después de que Texas ampliara significativamente los límites de la aplicación de la ley de inmigración, lo que implicó transportar a los inmigrantes fuera del estado, colocar alambre de púas a lo largo de la frontera y establecer barreras de agua en el río Bravo (río Grande). Los nuevos planes para permitir que la policía detenga a los inmigrantes y les ordene que abandonen el país están desencadenando una creciente controversia y es probable que enfrenten desafíos legales en toda la frontera.
Víctimas. Los críticos argumentan que otorgar tal poder a todas las fuerzas del orden de Texas podría aumentar el riesgo de arrestos involuntarios de ciudadanos estadounidenses, poner en peligro a familias con estatus migratorio mixto durante interacciones policiales de rutina y disuadir a las víctimas de delitos de acudir a la policía en busca de ayuda debido al temor a su estatus migratorio. Este debate sobre los poderes de arresto de inmigrantes en Texas está lejos de concluir, ya que sigue siendo un tema candente y potencialmente conflictivo en el escenario nacional.
Arbitrariedades. Se han documentado informes alarmantes de violaciones sistemáticas a los derechos fundamentales de migrantes que buscan cruzar el Río Grande en su búsqueda de una vida mejor. En medio de la implementación de medidas como la colocación de un muro de boyas en el Río Grande y la instalación de kilómetros de alambre de púas en la frontera, se han reportado casos de agentes de la policía de Texas empujando y rechazando a menores de edad que intentan atravesar el río. Además, se ha denunciado la negación de acceso al agua a solicitantes de asilo, incluso en condiciones climáticas extremas que superan los 42°C. Estas medidas han tenido consecuencias devastadoras, incluyendo ahogamientos y graves daños a la salud de los migrantes. Este uso político de la cuestión migratoria ha polarizado aún más las posturas de demócratas y republicanos en Estados Unidos, con un impacto directo en las vidas de las personas en movimiento. Los abusos cometidos contra los indocumentados en EU sugieren una preocupante deshumanización de este grupo de personas que emigran de sus países en busca de una mejor vida. Las prácticas forzadas que vulneran los derechos humanos generan un nivel de abuso sin precedentes.
