Por medio de Facebook, decenas de personas anuncian alimentos, pero no cuentan con ningún tipo de permiso por parte de Salubridad que avale que sean preparados con higiene.
Fiebre tifoidea, gastroenteritis, salmonelosis, entre otras enfermedades, son las que pueden adquirir los internautas al consumir alimentos anunciados por plataformas digitales como Facebook, sin embargo, no son establecimientos, sino más bien solo, alimentos producidos en casa o con dudosa procedencia y por ende no cuentan con los premisos sanitarios para estar regulados y avalados por la Secretaría de Salud.
Son decenas de personas las que diariamente anuncian sus productos en las redes sociales, van desde botanas, hamburguesas, gorditas, tortas hasta comidas más delicadas y con un mayor riesgo en caso de no estar en buen estado como; mariscos, camarones empanizados, aguachile, filete, etc.
Problema. Faustino Aguilar Arocha, Jefe de la Jurisdicción Sanitaria, detalló que efectivamente hoy en día son cientos los que venden comida por internet y no precisamente tienen un negocio que esté avalado, por lo que efectivamente existe el peligro latente de adquirir alguna enfermedad. “No están avalados, no tenemos conocimiento de nada porque no están dados de alta, entonces la gente lo consume bajo su propio riesgo”, señaló el titular.
La COFEPRIS es la encargada de las acciones de control sanitario de alimentos, todo en coordinación y bajo las autoridades de salud a nivel estado; sin embargo, dicha dependencia no tiene en su poder regular este tipo de ventas en redes sociales.
Omisión. Mientras que en la plataforma de Facebook tampoco se cuenta con algún apartado donde los vendedores tengan que subir foto de los permisos o similares, es por eso que se podría decir que cualquier persona puede vender comida que en ocasiones no esté en las mejores condiciones, ya que no existe ninguna entidad que lo verifique.
Decisión. El Jefe de Jurisdicción dejó en claro las enfermedades que se pueden contraer debido a este consumo irregular, donde la intoxicación e infecciones intestinales son los principales riesgos, pero pese a esto el consumidor es el que por mérito propio decide hacerlo, pues aseveró que los ciudadanos son quienes deciden comprar sin medir las posibles consecuencias es por eso que eso queda a conciencia propia.
Aprobación. A diferencia de los negocios ya establecidos donde el ambulante también se incluye, cada uno de los puestos y sucursales cuentan con su tarjetón por parte de Salubridad, esto luego de que los vendedores o empleados acuden a un curso en la Secretaría de Salud donde se les indica la manera correcta de preparar los alimentos con higiene, por otra parte, la SSa corrobora que la infraestructura del sitio sea limpia sin ninguna plaga.
Quejas. La única manera en la que la Secretaría de Salud puede actuar en caso de que algún usuario reporte haberse enfermado es que la persona dé a conocer el sitio a donde acudió a recoger el alimento y señale una vivienda exacta, además de la persona que le vendió el producto, de lo contrario todo queda fuera de su jurisdicción y no pueden intervenir de ninguna manera.
