Las enfermedades del corazón suelen desarrollarse con el paso del tiempo y generalmente son resultado de la obesidad, malos hábitos alimenticios y poca o nula actividad física.
Muchas personas no se dan cuenta pero se pueden tener síntomas o signos de enfermedad cardíaca mucho tiempo antes de tener un evento cardiovascular grave.
Cabe resaltar hasta el momento no se ha identificado un síntoma que pueda indicar con exactitud que se tenga alguna enfermedad del corazón pero existen varios síntomas a los que se les debe poner especial atención.
De acuerdo a MSD, los síntomas que se relacionan a una enfermedad del corazón son:
- Ciertos tipos de dolor (por ejemplo dolor torácico)
- Dificultad respiratoria
- Fatiga
- Palpitaciones (conciencia de latidos cardíacos lentos, rápidos o irregulares)
- Vahído (véase Mareos o vahídos al ponerse de pie e hipotensión posprandial)
- Desmayos
- Hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies
Cabe aclarar que estos síntomas no necesariamente indican que trate de una enfermedad del corazón. El dolor torácico puede estar causado por un trastorno respiratorio o digestivo y no por una enfermedad cardíaca. La dificultad respiratoria a menudo se produce por un trastorno respiratorio. La fatiga puede ser causada por una amplia variedad de trastornos.
Para prevenir enfermedades del corazón
La OMS pretende convencer a las personas en todo el mundo de que se puede lograr un cambio positivo y cuidar el corazón propio y el de los seres queridos, con un compromiso para nuestra salud.
El Día Mundial del Corazón se celebra cada año el 29 de septiembre, a partir de que en el año 2000 la Federación Mundial del Corazón, con apoyo de la OMS, designara este día para crear conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
Para cuidar ese órgano de manera cotidiana se debe cocinar y comer sano, evitar el consumo de grasas saturadas, además de aumentar la ingesta de omega 3 y pescado.
Hacer ejercicio físico, al menos media hora diaria; limitar el consumo de sustancias perjudiciales como sal, bebidas azucaradas, tabaco o alcohol; controlar el colesterol y el peso, pues la obesidad es un riesgo cardiovascular importante.
