Saber reaccionar ante un accidente es necesario. Enseñar a la población general a actuar con primeros auxilios es el motivo principal de la campaña “¿Serías capaz de salvar una vida?” lanzada por la mutua Umivale Activa.
La entidad recalca el valor de reaccionar bien ante emergencias sanitarias. La campaña ha consistido en la creación de una batería de fichas informativas en las que se han expuesto normas básicas de primeros auxilios.
Estas fichas se han dividido según el accidente y el tipo de procedimiento que se requiera en cada caso. Así, encontramos cómo actuar ante amputaciones, ictus, infartos o una obstrucción de las vías respiratorias, entre otros.
Acuérdate de las siglas “PAS”
Para actuar con primeros auxilios, los expertos recuerdan que debemos atender a las siglas “PAS“. Estas significan proteger, avisar y socorrer.
- Lo primero que debe hacerse siempre es proteger a la persona accidentada. Hay que analizar el entorno para detectar posibles riesgos y que la situación no siga complicándose. Si se trata de un accidente automovilístico, por ejemplo, debemos retirar nuestro vehículo y señalizar la zona. Si es un accidente eléctrico, debemos apagar la electricidad…
- A continuación se debe avisar siempre a los contactos de emergencias. Llamar al 112 es fundamental no solo para decirles dónde ha tenido lugar el accidente, sino también para informar del estado de la víctima y las circunstancias. Puede ser que ellos nos ofrezcan alguna indicación sencilla para actuar mientras llegan.
- Por último, socorrer. Tras valorar el estado de la víctima, debemos actuar. De forma rápida, pero serena. Es importante recordar que, en caso de fuerte impacto, es preferible no mover a la víctima del lugar y no retirar el casco si lo llevaba puesto.
Signos vitales: Lo primero
A la hora de socorrer es necesario identificar la existencia de una amenaza inmediata para la vida. Para ello hay llevar a cabo tres pasos: consciencia, respiración y pulso.
- Si la persona no responde y está inconsciente, se debe pellizcar en la axila o el pecho y esperar alguna reacción. Si aún así no hay señal de consciencia, hay que llamar de manera muy urgente a los servicios médicos. Si por el contrario, la persona es capaz de responder y mantiene bien el pulso y la respiración, se debe pasar a la exploración secundaria.
- También se debe realizar una exploración de la respiración. Ver si existen movimientos torácicos, oír la respiración del lesionado y sentir el aliento en la mejilla son algunos de los métodos que podemos emplear para ver si la víctima respira correctamente.
- Para tomar el pulso, casi siempre suele emplearse la arteria carótida, salvo en recién nacidos o personas que sufren obesidad, que se utiliza la arteria humeral. Se analiza el ritmo, la frecuencia y la regularidad del pulso.
Por último, cabe destacar que es importante conocer la posición lateral de seguridad.
Es fundamental realizarla cuando la víctima esté inconsciente, pero exista respiración y pulso. Para llevarla a cabo, se aparta el brazo del lado del socorrista y se pone cerca de la cabeza. A continuación, se flexiona la pierna más alejada y se rota al herido cuidando el cuello.
