El sector productivo se mantiene preocupado por las pérdidas que este fenómeno ha ocasionado en la economía local.
Los empresarios de la región norte de Coahuila, al igual que toda la población, muestran gran preocupación por la situación imperante en el tema migratorio.
No se vislumbra una salida pronta; al contrario, cada día llegan más personas, lo que complica la vida cotidiana de la ciudad con todas las repercusiones que esto conlleva. Este mes es particularmente crucial, ya que se obtiene una ganancia importante para todos los sectores debido a la derrama producida por la entrega de las distintas prestaciones que por ley corresponden a cada trabajador.
Reconocimiento a las autoridades locales. Abel Ayala, presidente del Consejo de Fomento Económico en la ciudad, elogió el trabajo implementado por las autoridades a nivel local, tanto municipales como estatales.
Sin embargo, señaló que la llegada continua de personas rebasa la capacidad actual, situación que también afecta al lado americano. Destacó que el Instituto Nacional de Migración es el único con la facultad para realizar detenciones y debe enviar suficientes elementos para atender la crisis.
Respecto a las medidas tomadas, como los cierres de los cruces vehiculares y del ferrocarril, Ayala consideró que esto debería haberse realizado meses atrás. Sugirió que más que tomar esta decisión, el trabajo concreto debía enfocarse en realizar revisiones a la empresa del ferrocarril, ya que es el medio por donde llegan los migrantes. Esta medida solo compete a las autoridades federales, quienes no han frenado la problemática, resultando en una crisis en la frontera.
Aguas. La llegada diaria de migrantes continúa, exponiéndose a riesgos al caminar por la carretera, incluso con familias enteras, y aumenta el peligro al introducirse en las turbulentas aguas del río, especialmente para menores, sin considerar las bajas temperaturas registradas, lo que puede propiciar enfermedades respiratorias.
