El conservador Partido Colorado de Peña enfrentaba un duro desafío de la izquierda sobre la corrupción y la pobreza, temas preponderantes en la mesa.
Santiago Peña ganó las elecciones de Paraguay, devolviendo al conservador Partido Colorado al gobierno después de una campaña muy disputada que había amenazado con poner fin a su control de siete décadas en el poder.
El economista de 44 años y ex ministro de Finanzas tenía el 42,7 por ciento de los votos con más del 99 por ciento de los votos contados, una ventaja de más de 15 puntos sobre su rival de centroizquierda Efraín Alegrem, un abogado de 60 años de la coalición Concertación, según el organismo electoral. Unos 4,8 millones de los 7,5 millones de habitantes del país sudamericano fueron elegibles para votar en las elecciones para presidente y legislatura.
Agradecimiento. "Gracias por esta victoria de Colorado, gracias por esta victoria paraguaya", dijo Peña. Hoy no celebramos un triunfo personal, celebramos la victoria de un pueblo que con su voto eligió el camino de la paz social, el diálogo, la fraternidad y la reconciliación nacional.
Admitiendo la derrota, Alegre dijo simplemente: "El esfuerzo no fue suficiente". Alegre, un abogado, tenía una estrecha ventaja en las encuestas de opinión antes de la votación, lo que aumenta la posibilidad de que pueda desbancar al Partido Colorado que ha gobernado casi continuamente desde 1947, a través de una dictadura y desde el retorno de la democracia en 1989. "Tenemos mucho que hacer, después de los últimos años de estancamiento económico, de déficit fiscal, la tarea que nos espera no es para una sola persona o para un partido", dijo Peña en su discurso de victoria, llamando a la "unidad y al consenso".
Diferencias. Aunque difieren en política económica e internacional, los dos favoritos eran socialmente conservadores, defendiendo fuertes derechos contra el aborto y posturas contra el matrimonio gay en una nación abrumadoramente católica. Paraguay es uno de los únicos 13 países que reconocen a Taipei sobre Beijing, y Alegre había prometido reconsiderar la relación si ganaba, mientras que Peña dijo que mantendría los lazos. China considera a Taiwán autónomo y democrático parte de su territorio, no ha descartado el uso de la fuerza para tomar el control de la isla y ha tratado de aislar a Taiwán en el escenario internacional. Honduras cambió su lealtad a Beijing en marzo, después de Nicaragua en 2021, El Salvador en 2018, Panamá en 2017 y Costa Rica en 2007.
La embajada taiwanesa en Paraguay felicitó a Peña por su victoria y dijo que Taipei continuaría trabajando junto con Paraguay en su relación "fructífera". Alegre también había hecho campaña sobre la corrupción en el Partido Colorado, que ha visto a dos de sus principales miembros recientemente sancionados por Estados Unidos por presunta corrupción. Entre ellos se encuentra el mentor político de Peña y presidente del Partido Colorado, el ex presidente Horacio Cartes.
Paraguay ocupa el puesto 137 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. Otros temas electorales incluyeron la pobreza, la desigualdad social y la escalada de la delincuencia.
Transición. El actual mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, prometió una transición "ordenada y transparente" del Ejecutivo a Santiago Peña.
"Felicitaciones al pueblo paraguayo por su gran participación en esta jornada electoral y al presidente electo Santiago Peña", publicó Abdo Benítez en su cuenta de Twitter.
En ese contexto, anticipó que trabajarán por iniciar una transición que fortalezca a las instituciones y a la democracia del país.
