La Selección Mexicana Sub 17 fue goleada por Malí, en los octavos de final del Mundial de la categoría, al caer por 5-0.
En otra época el Tricolor fue el jerarca en esta competencia y ahora, en la edición de Singapur, ni papel de animador alcanzó.
Problemas defensivos
México exhibió problemas en su defensa desde el debut en el Mundial Sub-17. Los dirigidos por Raúl Chabrand cayeron por 3-1 ante Alemania, en el primer partido de la justa, y recibieron dos goles de Venezuela, a pesar de que el equipo sudamericano acabó con un jugador menos. Ahora, contra Malí, el equipo se desfondó desde el inicio, a los 15 minutos ya tenía tres goles en contra. México recibió, en cuatro partidos, diez goles.
Falta de contundencia al ataque
México apenas sumó dos disparos al arco, frente a Malí, mientras que Malí tuvo 13 tiros a gol, cinco de ellos alcanzaron el éxito. Durante el torneo, el único partido en el que el Tricolor lució contundencia fue contra Nueva Zelanda, el equipo más débil de su grupo, en el resto, siempre fue superado por la zaga rival, como volvió a ocurrir contra el equipo africano.
