El domingo por la tarde, ya en la resaca de lo que fue una muy emotiva despedida, con tintes de homenaje, de parte del Atlas, viajó Julián Quiñones a la Ciudad de México para finiquitar todos lo pendientes de su contratación con el América.
Acompañado de gente del staff de las Águilas, los del departamento de multimedia, listos para armar el video de bienvenida, el delantero colombiano se apareció en el aeropuerto de Guadalajara, desde donde partió para presentarse en el Nido de Coapa, en donde tendrá que finiquitar lo referente a su acuerdo y demás requisitos para validarse como nuevo integrante de la plantilla de los cremas.
Sin dar declaraciones, más bien serio, pero siempre amable, La Pantera se dispuso a tomar el avión que lo llevaría con destino a la capital.
¿Por qué no habló Quiñones?
Aunque Julián no mostró enfado o algo por el estilo con los medios que cubrieron su partida, no dijo palabra alguna cuando le lanzaron algunas preguntas en su recorrido para ingresar a la terminal aérea.
Ante los cuestionamientos acerca de su sentir por llegar a uno de los equipos grandes del futbol mexicano, o si quería mandarle algún mensaje a la afición americanista, sólo explicó porqué tenía que hacer mutis por el momento.
“No puedo hablar ahora”, se limitó a decir Quiñones, pero en su camino regaló fotos para quienes le pidieron la imagen; incluso, un fan le dijo que lo extrañaban en Tigres.
