/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/eluniversal/YO74X35NDVBLFNQFX6IVQTPAEQ.jpg "Qué es un tiempo compartido y cómo evitar una estafa")
Sigue estos consejos para evitar una posible estafa si estás pensando en adquirir un tiempo compartido.
Si estás buscando el plan perfecto para estas vacaciones, una de las opciones que puedes optar es tener un tiempo compartido, pero antes de adquirir uno tienes que saber qué es y conocer algunos datos útiles para evitar una estafa.
Los tiempos compartidos han adquirido gran popularidad en los últimos años y en México, la Procuraduría Federal del Consumidor ha buscado alternativas para regular estos alojamientos para todo aquel que esté en busca de una alternativa para sus futuras vacaciones u hospedaje por tiempos más prolongados.
Los tiempos compartidos y cómo evitar estafas
Para todos aquellos que aún no les queda muy claro qué significa el concepto de tiempo compartido, a continuación lo explicamos. Es sencillo: básicamente es el arrendamiento o 'préstamo' de un espacio para alojamiento con mayores 'libertades' y derechos de uso en determinadas fechas del año.
Según la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos, 'es el pago adelantado del hospedaje a futuro en algún hotel o condominio turístico, esto es, por un precio fijo descontado y una cuota anual de mantenimiento, se adquiere el uso o goce de un periodo vacacional al año, normalmente en base semanal, para ser disfrutado durante un determinado número de años, en una unidad con capacidad para dos, cuatro, seis o más personas'.
La persona o personas que lo adquieren tienen totalmente el uso y derechos sobre el espacio durante el tiempo estipulado sin que la propiedad pase a ser de la persona que adquiere el beneficio. Es decir, tú, tu familia, amigos o pareja pueden adquirir un tiempo compartido por un determinado tiempo en cierto lugar para disfrutar de unas vacaciones, pero esta transacción no estipula que ese lugar sea tuyo.
Así que si estás pensando en comprar un tiempo compartido en Cancún, Mazatlán, Puerto Vallarta, Ixtapa, Acapulco o algún otro destino, tienes que conocer algunos consejos que te podrían ser útiles para evitar caer en alguna estafa.
Lee el contrato detalladamente
Uno de los mayores problemas que pueden ocasionar malentendidos en este tipo de transacciones es no leer el contrato que estamos a punto de firmar. Será aquí una de las primeras señales que tenemos que revisar, pues conoceremos si todo lo que se pactó antes es real, como el tiempo de compra, el costo, los derechos que tenemos sobre el espacio, así como saber si existe o no una penalización por cancelar o dañar el lugar.
Siempre verifica que lo que estás comprando es real
Pese a que el internet ha sido el medio para dar a conocer cientos de negocios emergentes, siempre es necesario verificar si donde nos estamos acercando a comparar un tiempo compartido es real o no.
Para ello, la Procuraduría Federal del Consumidor, ha desarrollado un monitoreo constante sobre la venta de estos servicios, por lo que están muy al pendiente si las leyes están siendo aplicadas, así como tus derechos respetados.
Si estás pensando en comprar un tiempo compartido, recuerda que bajo el artículo 65° de la Ley Federal de Protección al Consumidor, la venta de servicios como estos tienen que estar registrados ante PROFECO.
Habla claro sobre lo que estás buscando
Al momento de querer comprar un tiempo compartido, tienes que conocer específicamente lo que quieres. No es lo mismo Mazatlán que Acapulco o Cancún, el costo de estos varían gracias al alza en turismo que existe en estos puntos en especifico.
Da a conocer el momento del año en que te vas a hospedar, así como la duración de la estadía. Tienes que saber que en temporada alta como verano o fin de año, puede que te salga un poco más caro, pero si estás buscando algo permanente o de estadías largas, puedes preguntar los costos.
Los tiempos compartidos no son igual al mercado hotelero, ya que este último es un préstamo de alojamiento por determinado periodo, mientras que el primero se trata de un derecho de uso que se acuerda previamente con el propietario.
