Las encías son una de las partes del cuerpo más sensibles por ello se debe estar atento a cualquier manifestación que pueda denotar un deterioro de la salud.
Dentro de estas manifestaciones se pueden encontrar los sangrados y uno de estos tipos de sangrados es la gingivorragia.
La gingivorragia es una hemorragia espontánea que ocurre en las encías, aunque generalmente no produce dolor sí debe atenderse de manera rápida.
Muchas veces esta hemorragia suele corresponder a una patología banal, pero en algunas otras ocasiones puede esconder una patología de mayor gravedad.
De acuerdo a MedlinePlus, el sangrado de las encías puede ser un signo de que se padece u se está en riesgo de desarrollar una enfermedad periodontal.
De acuerdo a Elsevier, cuando la gingivorragia no son por piorrea (infección gingival aguda que daña las encías y puede lesionar la mandíbula), a menudo constituyen el síntoma inicial de algunas hemopatías malignas. Suelen autolimitarse y no precisan de tratamiento específico, por lo que su manejo debería ser ambulatorio.
Este sangrado en las encías puede deberse a la acumulación de placa entre los dientes aunque puede ser también señal de una enfermedad médica grave.
Cuando la placa se acumula en la línea de los dientes y las encías lleva a una inflamación conocida como gingivitis.
Cuando la placa no se retira adecuadamente, esta se endurecerá y se convertirá en sarro, cuando esto ocurre, el sangrado será más constante y la enfermedad avanzará a una forma más avanzada de enfermedad periodontal y del hueso mandibular conocida como periodontitis.
Otras causas de encías sangrantes pueden ser:
- Cualquier trastorno hemorrágico
- Cepillarse con mucha fuerza
- Cambios hormonales durante el embarazo
- Prótesis u otros aparatos dentales mal ajustados
- Mal uso del hilo dental
- Infección, que puede estar tanto en los dientes como en las encías
- Leucemia, un tipo de cáncer en la sangre
- Escorbuto, una deficiencia de vitamina C
- Uso de anticoagulantes
- Deficiencia de vitamina K
