Los niños con enuresis nocturna primaria monosintomática (ENM) y no monosintomática (ENNM) refractaria tienen una prevalencia considerable de trastornos de la función de la vejiga, según un estudio publicado en la edición de octubre de la revista Health Science Reports.
Farzaneh Sharifiaghdas, de la Universidad de Ciencias Médicas Shahid Beheshti en Teherán, Irán, y sus colegas reclutaron a 96 niños neurológicamente normales de 5 a 18 años (44 niños y 51 niñas), 41 y 55 (38,8 y 61,2 por ciento) de los cuales tenían ENM refractaria y ENNM refractaria, respectivamente. Se evaluó la urodinámica de todos los niños para detectar cualquier hiperactividad vesical subyacente.
Los investigadores identificaron hiperactividad del detrusor, baja capacidad vesical, bajo cumplimiento y aumento del residuo postmiccional en 70, 35, 43 y 76 pacientes, respectivamente. La distensibilidad media de la vejiga fue de 21,66 ± 14,52 ml/cmH2O.
En general, el 90,9 y el 97,5 por ciento de los pacientes con ENNM y ENM, respectivamente, tuvieron hallazgos urodinámicos anormales. Se observó una relación significativa entre el ENNM y el aumento de la residuo postmiccional y los patrones miccionales anormales. Se observaron asociaciones significativas tanto para el residuo postmiccional alt como para la hiperactividad del detrusor con síntomas urinarios obstructivos. No se observó asociación significativa entre el estreñimiento y el antecedente de infección del tracto urinario con la anomalía del estudio urodinámico.
“Estos hallazgos urodinámicos ofrecen información valiosa para guiar la evaluación y el tratamiento personalizado de los niños que luchan contra la enuresis nocturna refractaria primaria”, escriben los autores.
