El trastorno por atracón, también conocido como trastorno de la ingesta compulsiva, es un trastorno alimentario caracterizado por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos en un período de tiempo limitado, acompañados de una sensación de falta de control y malestar emocional posterior.
A diferencia de otros trastornos alimentarios, como la bulimia nerviosa, no se realizan conductas compensatorias, como el vómito o el uso de laxantes.
Las características principales del trastorno por atracón incluyen:
Episodios de atracón: Durante estos episodios, la persona consume grandes cantidades de comida en un corto período, a menudo de forma rápida y sin una sensación real de hambre. Los alimentos ingeridos suelen ser ricos en calorías y poco nutritivos.
Sensación de falta de control: Durante los atracones, la persona experimenta una sensación intensa de falta de control sobre la cantidad y la velocidad de la ingesta de alimentos. Puede resultar difícil detenerse o controlar la cantidad de comida consumida.
Malestar emocional posterior: Después de los episodios de atracón, es común que la persona experimente sentimientos de culpa, vergüenza, disgusto y frustración consigo misma.
Estos sentimientos pueden llevar a un deterioro en la autoestima y a la adopción de comportamientos restrictivos o compensatorios en relación con la alimentación.
El tratamiento del trastorno por atracón generalmente involucra una combinación de enfoques terapéuticos, que pueden incluir:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): Este enfoque terapéutico se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y disfuncionales asociados con los atracones.
Se trabajará en el desarrollo de habilidades para afrontar las emociones negativas y aprender estrategias para regular el apetito y la saciedad.
Terapia interpersonal: Se enfoca en mejorar las habilidades de comunicación y las relaciones interpersonales. El terapeuta ayudará a la persona a explorar los factores emocionales y sociales que pueden contribuir al trastorno por atracón.
Terapia de grupo: Participar en grupos de apoyo o terapia grupal puede brindar un espacio seguro para compartir experiencias, obtener apoyo mutuo y aprender de los demás que enfrentan desafíos similares.
Apoyo nutricional: Un nutricionista especializado en trastornos alimentarios puede proporcionar orientación y apoyo para establecer hábitos alimentarios equilibrados y saludables.
El enfoque se centra en la alimentación consciente, el manejo de la saciedad y el desarrollo de una relación positiva con los alimentos.
Es importante destacar que cada persona es única y que el tratamiento debe adaptarse a las necesidades individuales.
