Un peculiar momento se vivió durante la entrega de los premios Globos de Oro, la noche de este martes en Los Angeles. Una de las galardondas, la actriz malaya de origen chino, Michelle Yeoh, en tono de broma, hizo callar a la producción cuando le intentaron cortar su discurso de aceptación de su premio.
La artista era uno de los nombres fuertes de la jornada, por su rol protagónico en Todo en todas partes al mismo tiempo, la película de Dan Kwan y Daniel Scheinert, por la que ganó la estatuilla en la categoría de Mejor actriz de película de comedia o musical.
Al momento de recibir el primer Globo de Oro de su carrera, Yeoh hizo notar que se trataba de un momento especial. “Solo voy a quedarme aquí y asimilar todo esto”, dijo, con la estatuilla dorada entre sus manos. “Cuarenta años... No dejaré pasar esto”.
En su alocución, la actriz se explayó acerca de su carrera y lo mucho que le costó hacerse de un lugar en la industria, con su primer rol importante en El mañana nunca muere (1997), de la franquicia de James Bond. De allí siguió una carrera en que también ha sido heroína en películas de artes marciales, como El Tigre y el Dragón (2000). “Cuando llegué por primera vez a Hollywood, fue un sueño hecho realidad… hasta que llegué aquí. Vine aquí y me dijeron: ‘Eres una minoría’”.
Mientras se explayaba, comenzó a sonar la cortina musical que marca la salida de la persona en escena. Pero como había dicho, quería vivir al máximo su momento. “Puedo golpearte”, advirtió en tono de broma a la producción, haciendo referencia a su pasado como estrella de películas de artes marciales. “Y eso es serio”.
Luego siguió: “Me dieron el regalo de interpretar a esta mujer que resonó tan profundamente conmigo y con tanta gente porque, al final del día, en cualquier universo en el que estuviera, estaba luchando por amor, por su familia”.
