No cuenta con denuncia alguna sobre los robos registrados en la escuela Salvador Ugarte localizada en el mismo sector, donde los daños son cuantiosos.
A pesar de los constantes reportes que se presentan al número de emergencias 911, por los robos que sufre una institución educativa localizada en la colonia Ugarte, la Fiscalía General del Estado no cuenta con una denuncia formal por parte de los directivos de esta escuela primaria, donde personas acuden provocan desmanes y después huyendo del sitio sin lograr ser detenidos.
Se trata de la escuela primaria Salvador Ugarte, que se localiza en la colonia del mismo nombre, ya que de manera constante personas que no tienen algún oficio ni beneficio acuden y se introducen a las respectivas aulas para después provocar desmanes y llevarse algún objeto de valor que puede estar a su alcance, sin embargo, es bien sabido que todo este material didáctico es de apoyo para el aprendizaje y el futuro académico de los estudiantes.
Aún y cuando existe una buena relación entre la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Educación Pública de Coahuila, no se ha presentado alguna denuncia, por lo que se tiene la expectativa de que las próximas horas los directivos acudan y den parte a la autoridad estatal para que se inicia una investigación; vale la pena destacar que dentro del sector existe un grupo de padres de familia que se encargan de vigilar el área, y aparentemente cuentan con unos nombres de quién se pudiera tratar lo que se espera que también exista una buena respuesta por parte de la autoridad estatal.
Prevención. La coordinación que existe con la policía municipal en cuanto a la prevención y la vigilancia en este tipo de sectores es llamativa, además se realizan al momento de la entrada y de la salida del alumnado, donde no se han presentado algún tipo de incidencias, en ese sentido se buscará que se realice lo propio en cuanto al indagatorio por parte de la fiscalía regional, donde pudieran existir pruebas contundentes para tratar de localizar a los presuntos responsables, y en ese sentido lograr sacarlos de circulación; recordaremos que durante la época pandémica, las instituciones educativas eran blanco fácil para la delincuencia, ya que entraban y sin mayor preocupación terminaban por llevarse todo lo que estaba a su paso, sin dejar de lado los respectivos desmanes que se realizaban por el sitio, así como los robos cometidos, pero se logró la detención.
