El gobierno de los Estados Unidos ha ordenado a todos los sistemas de agua de la nación a remplazar millones de kilómetros de tuberías de agua que están fabricados con plomo, este remplazo deberá hacerse en un lapso igual o menor a 10 años.
Este cambio de tuberías fue sugerido por la Agencia de Protección Ambiental. La principal razón para este cambio es que el plomo se ha relacionado con graves problemas de salud y desarrollo, especialmente en niños. La exposición al plomo puede tener consecuencias devastadoras, desde cáncer hasta daños en el desarrollo infantil.
La propuesta de la EPA establece que las líneas de plomo deben ser reemplazadas en una década, independientemente de los niveles actuales en las muestras de agua potable.La norma busca fortalecer la manera en que se prueban los niveles de plomo, reduciendo el umbral que requiere acciones adicionales y exigiendo un progreso constante hacia el reemplazo, con un mínimo del 10% de las tuberías de plomo cada año.
Aunque las nuevas tuberías de plomo están prohibidas en Estados Unidos desde la década de 1980, aún existen 9.2 millones de líneas de servicio de plomo en el país. Estados como Illinois y Rhode Island enfrentan la necesidad de reemplazar una cuarta parte o más de sus líneas de servicio.
La propuesta de la EPA está ahora abierta a comentarios públicos durante 60 días, con una audiencia pública programada para mediados de enero. Este paso crucial marca un avance hacia un futuro en el que todos los estadounidenses puedan abrir el grifo con la certeza de que el agua que consumen es segura.
