¿Por qué YouTube está eliminando vídeos sobre el tratamiento del cáncer?
AGENCIAS / EL TIEMPOEs difícil no conocer qué es y qué hace la plataforma de vídeo YouTube. Tiene más de dos mil millones de usuarios que se conectan mensualmente en todo el mundo, de los que más de mil millones lo hacen diariamente.
Constituye la mejor representación de lo que se dio en llamar la Web 2.0, caracterizada porque eran los mismos usuarios los que generaban los contenidos, porque no tiene producción propia. Ocupa el segundo lugar, justo por detrás de Facebook, en el ranking de las mayores redes sociales por número de usuarios, según diversos análisis de tráfico. Dentro del grupo amplio de los servicios de emisión en directo de vídeo, es la primera, por delante de Netflix.
YouTube es una plataforma que permite a los usuarios cargar, transmitir y ver videos por internet. Su historia se remonta al año 2005, cuando Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim crearon la plataforma de videos en San Bruno, California. El primer video subido a YouTube se titulaba Me at the zoo y fue publicado por Karim el 23 de abril de 2005. A partir de ese momento, YouTube comenzó a crecer rápidamente y se convirtió en una de las plataformas más populares de Internet.
En noviembre de 2006, Google adquirió YouTube por 1,65 mil millones de dólares, lo que le supuso la oportunidad de expandirse internacionalmente y ofrecer nuevas funciones y servicios a sus usuarios. A lo largo de los años, YouTube ha experimentado numerosos cambios y actualizaciones. Se han introducido características como los canales, la monetización de videos a través de anuncios, y la posibilidad de transmitir en vivo. Además, YouTube ha sido una plataforma clave para el surgimiento de creadores de contenido y ha dado lugar a fenómenos como los "youtubers" y los "vloggers".
Hoy en día, YouTube es una plataforma global en la que cabe una muy amplia variedad de contenidos, que abarcan desde la música y la actualidad hasta tutoriales y documentales. Es una fuente fundamental de información, entretenimiento y expresión creativa para personas de todo el mundo.
Pero precisamente por el modelo de funcionamiento que tiene, basado exclusivamente en lo que sus usuarios quieran publicar, es también una potencial fuente de desinformación.
Se acaba de publicar en el blog oficial de YouTube una extensa comunicación titulada “Una visión a largo plazo de las políticas de desinformación médica de YouTube”, en la que los doctores Garth Graham y Matt Halprin, responsables de las áreas de salud y seguridad de la plataforma anuncian una actualización en sus normativas internas (o “políticas”, en terminología más sajona) relacionadas con la desinformación médica.
La plataforma ha intentado con esta manifestación simplificar sus criterios y establecer una mayor claridad en relación con las normas de publicación y uso, para que sean conocidas por creadores, espectadores y patrocinadores, y ha elaborado y difundido las líneas generales de una normativa que se aplicará específicamente a los asuntos relacionados con la salud.
Referencia a las autoridades sanitarias
Como criterio general, no se permitirá divulgar tratamientos o productos que se presenten en unos términos contradictorios con lo que establezcan las autoridades sanitarias locales o la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las normas se dividirán en tres categorías temáticas: asuntos relacionados con la prevención de enfermedades, con su tratamiento, o con la negación de patologías o de algunos de los aspectos relacionados con ellas. YouTube eliminará sistemáticamente contenidos que contradigan criterios sanitarios solventes sobre estos aspectos, tomando siempre como referencia lo que hayan establecido las autoridades. En este sentido, no reconocen otro arbitraje que este, ni se va a poner en marcha ningún tipo de evaluación o moderación basada en la negociación con los creadores. Lo que esté oficializado será lo que se acepte.
La plataforma de vídeo de Google dice que aplicará sus políticas de desinformación médica cuando exista un alto riesgo para la salud pública, cuando sobre un asunto haya una guía disponible públicamente refrendada por las autoridades sanitarias, y cuando un tema sea propenso a la desinformación. YouTube espera que este marco de políticas de uso de la plataforma sea lo suficientemente flexible para cubrir una amplia gama de cuestiones médicas, mientras encuentra un equilibrio entre minimizar el daño y permitir el debate.
La plataforma también ha anunciado que comenzará a eliminar contenido que promueva tratamientos contra el cáncer que se hayan demostrado dañinos o ineficaces, o contenido que pretenda disuadir o desalentar a los espectadores de buscar tratamiento médico profesional. Tomará medidas inmediatas tanto contra los tratamientos que sean activamente dañinos como contra aquellos que no estén probados y se propongan como alternativas a los comúnmente establecidos. Un video no podría, por ejemplo, alentar a los usuarios a tomar suplementos de vitamina C como alternativa a la radioterapia.
Para YouTube, se ha hecho necesario conservar un equilibrio entre eliminar los contenidos notoriamente dañinos, pero al mismo tiempo garantizar que haya un espacio para el debate y la discusión. Se reconoce que la orientación médica específica puede cambiar con el tiempo a medida que se genera nuevo conocimiento científico, pero se asume el objetivo de garantizar que, cuando se trate de áreas de consenso científico bien establecido, YouTube no sea una plataforma para distribuir información que pueda dañar a las personas.
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