Las personas que contraen COVID-19 pero no muestran síntomas (conocidos como superevitadores) pueden tener un as genético. Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco descubrió que tienen más del doble de probabilidades que las personas sintomáticas de portar ciertas mutaciones genéticas que ayudan a eliminar el virus.
Un artículo publicado en Nature proporciona la primera evidencia de una base genética para el SARS-CoV-2 asintomático. La investigación está ayudando a resolver el misterio de por qué algunas personas pueden contraer COVID-19 sin desarrollarlo.
El secreto está en los antígenos leucocitarios humanos (HLA), marcadores proteicos que envían señales al sistema inmunitario. Se cree que una mutación en uno de los genes que codifican HLA ayuda a las células T que matan virus a reconocer el SARS-CoV-2 y montar un ataque relámpago. Las células T de algunas personas que portan esta variante pueden identificar el nuevo coronavirus incluso si nunca han estado expuestas a él, gracias a su similitud con los virus del resfriado estacional conocidos. Los hallazgos apuntan a objetivos para nuevos medicamentos y vacunas.
"Tener un ejército que pueda detectar a un enemigo temprano es una gran ventaja", dijo Jill Hollenbach, PhD, MPH, investigadora principal del estudio, profesora de neurología, epidemiología y bioestadística y miembro del Instituto Weil de Neurociencia de la UCSF. "Es como tener soldados que están listos para la batalla y que ya saben qué buscar, y ellos son los malos". En lugar de evitar que el virus infecte las células, evita que las personas desarrollen síntomas.
Estos incluyen secreción nasal e incluso un dolor de garganta apenas perceptible. Los investigadores de la UCSF encontraron que el 20 % de los participantes del estudio que permanecieron asintomáticos después de la infección tenían al menos una copia de la variante HLA-B*15:01, en comparación con el 9 % de los que informaron síntomas. Las personas que usaban dos pares de variantes tenían más de ocho veces más probabilidades de sentirse enfermas.
