La finalidad de implementar más señalamientos obedece al crecimiento vehicular, requiriendo en sectores más concurridos y que suelen tener conflictos para una mejor vialidad.
Tomando como base un estudio consístete de los aforos vehiculares, se tomó la decisión de retirar algunos semáforos del sector centro para reubicarlos en otros puntos en los cuales se tiene registrado un mayor flujo de automóviles en sitios de mucho crecimiento, por lo que se busca mantener una cultura vial sobre los lugares de mayor afluencia siendo muy requeridos y demandados por la comunidad.
Alfredo Lucero, director de Obras Públicas, detalló que los semáforos que serán retirados son los ubicados sobre la calle Abasolo en su cruce con Padres de las Casas, Xicoténcatl y Galeana, para ser ubicados sobre la avenida Mar Muerto y Juan de la Barrera del sector Ácoros, sitio muy concurrido por el crecimiento en la ciudad que requiere de estas maniobras, con respecto al que se encuentra sobre Allende, Cuauhtémoc y Zaragoza permanecerán, pero los de Allende, Xicoténcatl y Morelos también serán retirados.
Ubicación. El director de obras públicas, detalló que otro de los puntos en los que se realizarán trabajos es sobre 16 de septiembre y calle México justo frente a la Presidencia Municipal, sitio donde se han presentado diversos accidentes por lo que se requiere de estas maniobras las cuales se estiman queden concluidas en un lapso de un mes, en cuanto a los semáforos que serán removidos se indicó que ya no tienen sentido contar con ellos, ya que la carga vehicular se encuentra sobre el sector sur de la ciudad con cruces conflictivos por lo en el centro se dejarán señalamientos de altos.
Los semáforos son importantes en las ciudades porque permiten regular el flujo de vehículos y peatones en las vías, facilitando el orden y la seguridad de los habitantes. Estos aparatos emiten señales usando luces de tres colores: el verde indica que se puede avanzar, el amarillo es una alerta para reducir la velocidad antes de pasar al rojo, color que indica que debemos detenernos.
Su invención surgió de la necesidad de crear un sistema que permitiera, tanto a carros como a peatones, transitar por las calles de una manera segura. El primer semáforo se usó en Londres en 1898 y, 16 años más tarde, se instaló en Estados Unidos un semáforo más moderno, parecido al que conocemos hoy en día. Luego de esto vino el semáforo peatonal, que indica con una figura humana cuando es tiempo de pasar la calle o de esperar. Los semáforos de una ciudad se manejan desde una central donde hay un computador con un programa especial que los hace funcionar. Allí hay personas que están monitoreando constantemente, por medio de cámaras, la efectividad de los semáforos en las vías.
Operatividad. Este funcionamiento depende del tipo de semáforos. Los más antiguos se programan para que cada color tenga un tiempo constante durante todo el día, sin importar la cantidad de carros que transitan a determinada hora.
Los más modernos, llamados semáforos inteligentes, determinan la duración de cada luz de acuerdo al flujo vehicular. Este puede ser detectado gracias a unos sensores ubicados en el pavimento por donde transitan los carros. Así, en una calle por la que circulan muchos vehículos a cierta hora del día, el semáforo va a darle un tiempo más largo a la luz verde para que no se acumule el tráfico. Por otra parte, existen los señalamientos viales que tienen la función de prevenir accidentes, siendo que en la ciudad, en carretera o en algún poblado alejado, las señales de tránsito nos pueden sacar de apuros, contestar nuestras preguntas o incluso salvarnos la vida siendo útiles que resultan para el manejo diario. Entre las distintas señales están las restrictivas que son las de color blanco con un aro de color rojo y que tienen por objeto indicar la existencia de limitaciones físicas o prohibiciones reglamentarias que regulan el tránsito.
