Además, también denunciaron acoso laboral, así como la destitución de directivos.
Con el fin de denunciar acoso laboral, falta de insumos y la indicación de cambiar medicamentos por otros ante la escasez, se manifestó un grupo del personal de la Unidad Médica Familiar 73 del Seguro Social en Saltillo el martes, quienes además demandaron la destitución de sus directivos.
Pasadas las 7:00 horas del martes, un grupo de 30 trabajadores, entre personal médico y de enfermería, se manifestó con carteles y lonas a las afueras del nosocomio mencionado.
Entre las demandas, exigen el cese de Elizabeth Balderas, directora de la clínica, y Elsa Martínez, la administradora, a quienes señalaron por incurrir en prácticas de irresponsabilidad como abuso y hostigamiento laboral.
La irresponsabilidad, que pudiera interpretarse como negligencia, data de diciembre pasado cuando, a la llegada de la directora al hospital, se ordenó al personal médico suspender el suministro de una clave de medicamento de insulina y la situación se agravó en detrimento de la salud de los pacientes.
Otro incidente tiene que ver con acoso laboral al grado de realizar cambios en los períodos vacacionales a que tiene derecho el personal médico, comentaron pidiendo el anonimato.
Por su parte, la delegación del Seguro Social en el estado emitió un comunicado informando que el Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada en Coahuila se comprometía “a revisar las quejas y realizar una investigación integral de los hechos planteados con el fin de establecer rutas de solución para preservar, en todo momento, los derechos de las y los trabajadores del IMSS y sus derechohabientes”.
Inclusive reiteró su disposición “a que exista una amplia y sólida comunicación con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social para atender, a través del diálogo, sus inquietudes y necesidades”.
El médico Juan Manuel Valdés declaró que el problema comenzó en diciembre del año pasado cuando se les indicó que ya no se iba a surtir un tipo de insulina y de a poco se fue agravando la situación.
“Posteriormente, comenzaron a faltar más medicamentos, antihipertensivos, de diabetes, del corazón, y comenzaron a darnos indicaciones de medicamentos.
Eso no lo pueden hacer con los médicos, pero entendiendo la situación empiezas a hacer algunos cambios dentro de lo razonable. “Posterior al incendio, pues esto se agrava más y empiezan a darnos órdenes de sustituir medicamentos que no es posible cambiarlos”, declaró Valdés.
Por lo pronto las demandas que seguirán exigiendo a las autoridades competentes es el cese de Elizabeth Balderas, como directora de la clínica y Elsa Martínez, la administradora, a quien señalaron por hostigamiento laboral.
