Mineros vs Democráticos arman zona de guerra por recinto de la 288.
A sangre y fuego el recinto sindical de la sección 288 fue disputado por los bandos Napistas y Democráticos en un enfrentamiento cuyo campo de batalla fue la calle Matamoros de la zona centro de Monclova causando heridos y daños en negocios además de vehículos en violentas escenas que no ocurrían desde hace tres años.
Desde la noche del lunes por redes sociales los simpatizantes de Napoleón Gómez Urrutia arengaron a sus seguidores a reunirse en el estacionamiento que anteriormente era Plaza Fiesta Merco y desde las ocho de la mañana de ayer un grupo de cerca de 300 trabajadores se dieron cita en el lugar pactado. Muchos traían bates, palos y piedras. En punto de las nueve de la mañana llegaron en una marcha al recinto sindical de la calle Allende que estaba completamente solo. Directivos del Colegio México Americano previendo la seguridad de sus educandos suspendió las clases mientras que el Conalep siguió de frente, pero arremachados los portones de acceso, ambos planteles están inmediatos a la sede sindical.
Guerra civil. No hubo resistencia y el recinto fue tomado por segunda ocasión en menos de una semana tomando la palabra Jesús Flores quien por el lado minero es el secretario general de la Sección 288 que invitó a los trabajadores a estar firmes dentro del recinto.
Dos camionetas llegaron al estacionamiento repletas de “municiones” entiéndase palos, piedras, bloques con los que se prepararían para enfrentar a los democráticos en caso de un intento de rescate del inmueble. Por ello se dividieron en dos frentes: unos cuidarían el recinto mientras que otros estarían en la calle Matamoros.
Los logotipos y escudos del sindicato Democrático fueron grafiteados con aerosol negro en señal de desconocimiento además de hacer pintas en las paredes con leyendas alusivas al sindicato minero y a Napoleón Gómez Urrutia.
Alguien pasó chispa a “los napistas” que los democráticos se preparaban en el recinto de la sección 147 a donde llegaban obreros para iniciar el ataque. Y así fue: en punto de las 11:00 horas por la calle antes mencionada, la más larga de la ciudad, se acercaba un numeroso contingente de afines a Ismael Leija Escalante.
Ambos contingentes quedaron frente a frente y sólo los dividía la calle Venustiano Carranza, “la guerra” inició sin más preámbulos que las mentadas de madre entre unos y otros desatándose el intercambio de proyectiles aztecas.
El corredero de comerciantes inició: algunos cerraban las cortinas metálicas, otros simplemente se retiraron, pero varios vehículos quedaron en medio del “refuego”… ya no había vuelta atrás pues mientras unos defendían lo que acababan de conquistar horas antes. otros intentaban recuperarlo… ¡Iban con todo!
Zumbaban las pedradas y por momentos se avecinaba la lucha cuerpo a cuerpo con los palos y barrotes 4x4 pero ninguno de ambos bandos parecía decidirse mientras tanto a lo lejos patrullas municipales evitaban el paso a la circulación mientras que los jefes argumentaban que “se estaba respetando la autonomía sindical”.
Los vehículos estacionados fueron utilizados como parapetos registrando daños en los cristales, los negocios resultaron con los cristales quebrados y el terror se apoderó de los comerciantes y de las maestras del colegio “Francisco Gabilondo Soler” donde la directora Mari Salinas junto a su personal docente mantuvieron a los pequeñines de 3 a 5 años retirados de las ventanas y distrayéndolos con canciones, juegos y actividades, afortunadamente con esto ellos nunca se enteraron de la violencia exterior. Poco a poco resultaron heridos como Martín Carrillo, comisionado de seguridad de la sección 147 quien debido a una pedrada en el ojo derecho fue transferido de urgencia por socorristas de Cruz Roja cuya, unidad arribó a la batalla.
Desgraciadamente su lesión es grave y tuvo que ser trasladado a Monterrey para una intervención quirúrgica. Al frente de los Mineros estaba Jesús “Chuy” Flores y del lado democrático Francisco “Látigo” Ríos, así como Adán “Bombón” Briones.
En medio del fragor de la batalla en que la sangre y el sudor manchaban las playeras una camioneta marca Ford manejada por uno de los “napistas” arrancó rauda en dirección al sur por la Matamoros. Este vehículo estuvo a punto de embestir a los democráticos y en el menor de los casos herirlos.
Esa fue la clave para que los mineros hicieran retroceder a sus homólogos desplegándose la trifulca para la calle Carranza y De la Fuente. Cinco de los democráticos buscaron refugio en el negocio “La Suprema Fiscal” hasta donde la turba “napista” exigía les fueran entregados. Al calmarse la confrontación con el repliegue de los seguidores de Ismael Leija fue cuando llegaron diferentes corporaciones policiales entre ellos GATEM, Policía Civil, PAR, Preventiva Municipal y AIC.
Enfrentamientos
Según Roberto Ortíz Alarcón, las trifulcas sindicales más recientes fueron el 11 de mayo y 14 de junio de 2006 entre simpatizantes de Elías Morales y Napoleón Gómez Urrutia saliendo avantes estos últimos.
Posteriormente en 2008 al formarse la Alianza Minera, rebelión contra Napoleón Gómez Urrutia que se mantuvo hasta enero de 2015 que surgió el sindicato democrático, la última fue el 16 de octubre de 2019 cuando en acciones similiares a las de ayer, los napistas se apoderaron del recinto despojando al comité local encabezado por Patricio Quintero y a las pocas horas los democráticos regresaron y echaron de nueva cuenta a los mineros. Pero el enfrentamiento sindicalmás sangriento ocurrido en Monclova sucedió hace 46 años cuando obreros llegaron a la cooperativa de la calle Ildefonso Fuentes para enfrentar al administrador Héctor Aragón por desvió de recursos.
Fueron recibidos a balazos por otros trabajadores que administraban el edificio iniciándose el combate que dejó como saldo tres obreros muertos: Ramiro González Álvarez, Ernesto Jiménez y Raúl Cortés Gómez.
