La actriz contó el proceso de transformación de su cabello.
Halle Bailey apostó por una transformación estética para personificar a Ariel en La Sirenita. La actriz entregó por completo su cabellera para un proceso capilar que era necesario para la caracterización de su personaje, nada más ni nada menos que el protagónico. En la cinta, la vemos lucir una larga melena peinada en finas rastas y trenzas.
La actriz de La Sirenita quería conservar su cabello natural y Camille Friend, la responsable de peluquería de la producción, fue quien se puso al frente del tratamiento. Para hacerle frente a las exigencias de la película y también a las pretensiones de la actriz había que trabajar para darle un un cabello rojizo al personaje y la estilista profundizó en la relación de Bailey con su cabello. Así se dio cuenta por qué era tan importante mantenerlo tal cual, sin cortarlo ni teñirlo para su rol.
Y es que Halle Bailey ha estado dejando crecer su cabellera desde que tenía 5 años. Es una cabellera muy larga y se descartó el uso de una peluca. "Si tomamos mechones de pelo y los enrollamos alrededor de los suyos, no tenemos que cortarlos ni colorearlos. Podemos cambiar su color sin cambiar la estructura interna de su pelo. Su estructura y su cabello son ella".
El resultado de la melena de Halle Bailey debía ser óptimo por lo que utilizaron mechones teñidos customizados de 30 pulgadas, y los fijaron con toques de keratina. La coloración del cabello de Ariel demandó la utilización de diferentes tonos. Debido a la cantidad de cabello y el largo, la producción calcula que gastaron cerca de 150 mil dólares en cabello, pues no se podía reutilizar si algo salía mal. "Fue un proceso" añadió la experta.
Friend también explicó que para el rodaje de escenas acuáticas el equipo debió añadir mechones sueltos que sobresalieran del pelo natural de la protagonista. Las rastas no flotan y el pelo de la sirenita que interpretaba Halle Bailey tenía que parecer bailar cuando ella estaba sumergida. El tratamiento demandó entre 12 y 14 horas para poder contar con la cabellera cubierta las rastas cubiertas una a una con los mechones diseñados para ella.
