Cuando Sarah Lundry, una joven madre de Topeka, Kansas, comenzó a experimentar síntomas de embarazo en medio de la pandemia de Covid-19 en 2020, nunca imaginó que su viaje hacia la maternidad tomaría un giro inesperado y aterrador.
Lundry y su esposo esperaron pacientemente durante tres largos meses antes de poder acceder a una cita médica, lo que se convirtió en un período de ansiedad e incertidumbre.
Durante ese tiempo, experimentó náuseas, fatiga y otros signos típicos del embarazo temprano, pero lo que desconocía era que su cuerpo albergaba algo muy diferente a un bebé en desarrollo.
Cuando finalmente pudo consultar a su médico y someterse a una ecografía, la sorpresa fue abrumadora: en lugar de un feto, el útero de Lundry albergaba un tumor, resultado de un raro tipo de embarazo llamado "embarazo molar".
Este fenómeno se produce cuando un espermatozoide fertiliza un óvulo defectuoso, generando un crecimiento anormal de tejido uterino en lugar de un embrión.
El caso de la señora Lundry es extremadamente raro, ya que representa menos del uno por ciento de los embarazos que se convierten en embarazos molares.
La demora en buscar atención médica debido a la preocupación por la exposición al Covid-19 y la sobrecarga en los sistemas de atención médica durante la pandemia, contribuyeron a esta inusual situación.
La noticia devastadora no terminó aquí. En mayo de 2021, Lundry fue diagnosticada con neoplasia trofoblástica gestacional, un grupo de tumores raros que se originan en células que normalmente formarían la placenta.
Este diagnóstico llevó a una serie de tratamientos médicos, incluyendo cirugía y quimioterapia.
A pesar de su ardua batalla contra el cáncer, Lundry ha mantenido una actitud positiva y agradecida por estar del otro lado de la enfermedad. Tras una histerectomía parcial para extirpar su útero, ha estado libre de cáncer durante un año, aunque no puede concebir más hijos de manera natural.
Junto con su esposo Garrett, la pareja ha mantenido viva la esperanza de expandir su familia a través de la adopción. Para hacer realidad este sueño, están recaudando fondos con la ayuda de la cafetería local "Milk & Honey Coffee Co.", que ha establecido una cuenta para el fondo de adopción de los Lundry. Las personas pueden contribuir mencionando "Los Lundry" al visitar la cafetería.
La historia de Sarah Lundry es un testimonio de resiliencia y esperanza en medio de desafíos inimaginables. Su valentía para enfrentar un diagnóstico tan poco común y su determinación para seguir adelante son una inspiración para todos aquellos que se encuentran en luchas similares.
